Barry Larkin sería el primer miembro de Cooperstown (2012) que dirigiría en el béisbol dominicano si finalmente el Licey lo contrata. Un caso inverso, Tony LaRussa jugó y dirigió en la pelota dominicana y apenas hace dos años (2014) fue instalado en el Salón de la Fama como dirigente.
Ese solo dato hace a Larkin muy atractivo para venir al torneo dominicano luego de ser entrevistado recientemente por el gerente Junior Noboa. Tras la negativa de regresar al país de Lino Rivera, por lealtad a Manny Acta, el ejecutivo azul ha estado muy activo y ha anunciado también al puertorriqueño Carlos Baerga, el panameño Roberto Kelly y el dominicano Mike Guerrero, como candidatos fuertes a comandar la tropa rayada.
Larkin hace carrera de oficina y se proyecta como un gerente en el béisbol grande, pero parece que está dispuesto a coger la pela en el terreno de la pelota dominicana.
Baerga, además de gran toletero, ha sido dueño de equipo, gerente y dirigente en el béisbol boricua y sabe a lo que vendría a la pelota dominicana. Kelly, también conocedor del béisbol caribeño, me luce que esta vez será una especie de entrevista de la minoría.
Ni hablar de la capacidad y el historial de Guerrero, quien ya fungió como dirigente azul, pero me luce que seguirá siendo una alternativa emergente. Todas son buenas opciones, pero el carril de adentro lo tienen Larkin y Baerga, con ventaja para el inmortal como hecho sin precedente. ¡Activo, Junior!