Santo Domingo.-Ayer persistían las quejas de choferes e inspectores de la Mancomunidad de los ayuntamientos del Gran Santo Domingo de que la empresa Lajun Corporation sigue con el retraso del depósito de desechos en el vertedero de Duquesa, especialmente por la limitación de equipos.
Pese a que es normal la entrada de camiones compactadores al tiro de fosa bajo la vigilancia del Servicio Nacional de Protección Ambiental, y se hizo una declaratoria de emergencia por parte de los ministerios de Medio Ambiente y de Salud Pública para evitar una crisis sanitaria por cúmulo de basura, el depósito de residuos es lento.
“Hay muy pocos equipos para trabajar y mucho lodo; para mí están haciéndolo de maldad, porque antes uno entraba y duraba 5 y 6 minutos, ahora se toman hasta una hora”, comentó Leonardo Cordero, inspector del Ayuntamiento del Distrito Nacional, quien estaba de servicio de 7 a. m. a 4:00 p. m. por ser domingo, mientras que en la semana concluyen a las 8:00 de la noche.
Pide paciencia
En torno a la situación, Francisco Flores Chang, director de Residuos Sólidos y Asuntos Municipales del Ministerio de Medio Ambiente, reiteró que las decisiones que están tomando son contundentes y definitorias, pero la población debe tener paciencia.
“Estamos vigilantes, para que se cumplan los acuerdos establecidos, buscándole una solución definitiva y contundente, pero eso no es mediático”, dijo.
El tráfico de unidades luce normal, pero hay precaria condición de movilidad en la entrada por el mal estado de la vía, de los camiones y el incumplimiento de la administración en cuanto a garantizar un servicio de calidad.
Comunidad demanda apoyo resarcir daños
Esperanza Núñez, expresidenta y actual secretaria de la junta de vecinos El Progreso, de Los Casabes, comunidad donde se encuentra el vertedero, deplora que Lajun no destina un por ciento de sus ganancias a favor de la población.
“Aquí hay mucha contaminación, epidemias, los camiones pasan tirando una agua (lixiviados) que lo único que hacemos es taparnos la nariz”, dijo.
Se queja de que allí sólo llevan basura, y no tienen un centro sanitario, el agua les llega quincenal, la luz se les va a las 7:00 de la noche y retorna a las 12:00 p. m.
“También hay necesidad de empleos para que la gente tenga con qué llevar sus hijos al médico”, indicó Núñez. Agregó que los atracos son frecuentes.
La mayoría de los pobladores del lugar vive de la recolección de desechos potenciales para el reciclaje, como plásticos, vidrios, hierros, entre otros.