El mundo ha cambiado y con él la comunicación, la forma de hablar, de dirigirse a la gente, pero cuando el cambio es para involucionar, andamos muy mal.
En estos días he visto cómo mucha gente consciente ha opinado sobre la vulgaridad que existe en la televisión dominicana.
Lo ha hecho el artista Wason Brazobán, el comediante Jochy Jochy, la comunicadora Tania Báez y muchos más, y con toda la razón.
Pero no es solo la televisión que tiene ese problema. Existe con mucho más arraigo en las redes sociales y en la música, específicamente en la urbana, la cual no tiene filtro ni nada que pueda aportar.
Para muestra un botón. Los artistas urbanos Bryan Mayer y Bad Bunny, solo para mencionar dos de los más pegados del momento, se expresan en términos vulgares en sus canciones, como si estuvieran cantando en el baño de su casa a puertas cerradas. Además, incitan a las drogas, la violencia y todo lo malo que usted se pueda imaginar.
Son tan triviales sus letras y con mensajes negativos que no deberían estar en las calles, pero ahí están y algunas estaciones de radio las colocan. Los directores y programadores más decentes censuran las partes obscenas, pero otros las colocan igual, como están grabadas, de principio a fin.
Esos cantantes no deberían actuar en público, menos donde asisten niños. Lo malo del caso es que los niños y adolescentes son su público y pronto los veremos aquí, frente a la juventud y esos muchachos coreando con él sus maliciosas canciones.
Ese es el mensaje que están llevando esos artistas, así como algunos comunicadores de radio y televisión, solo por el hecho de ganar “like” o los famosos “viu” en las redes sociales.
De una tal Japonesa no hablaré, porque eso es darle promoción a la grosería, y que esto venga de una dama es aun peor. ¡Qué país nos gastamos!