El mal uso de la palabra en los medios de comunicación se replica e incide en actitudes violentas asumidas por jóvenes.
Santo Domingo.-“La vulgaridad y agresión verbal a través de los medios de comunicación impactan negativamente en la formación de pensamientos adecuados, especialmente en los jóvenes, y dañan las relaciones interpersonales, sociales y hasta con los padres”.
Dicha conducta, igual promueve la violencia y aumenta el bullying escolar, de acuerdo con Zohainne Vásquez, Neuropsicóloga clínica y especialista en dificultades del aprendizaje, quien es encargada del Departamento de Orientación y Psicología de Ergos Bilingual School.
Ella, al igual que el reconocido sociólogo Carlos Andújar, catedrático de la UASD, y Anthony Pérez, director de la Escuela Dominicana de Comunicación Oral, coincidieron en que el lenguaje soez y grosero que se viene implementando en radio y televisión no aportan ni construyen ciudadanía.
A propósito de la resolución del Ministerio de Cultura, que obliga a asumir un comportamiento adecuado en la transmisión de espectáculos públicos, radiales y televisivos, los profesionales citaron cómo afecta ese “modelo” a la sociedad.
Impacto negativo
Los jóvenes aprenden por modelamiento, y si no se exhibe un lenguaje adecuado se está siendo permisivo y no se les está enseñando a la nueva generación las consecuencias a largo plazo.
“Cuando agredimos verbalmente a un compañero nuestra respuesta orgánica se activa, se acelera el ritmo cardiaco y al estar emocionalmente alterado disminuye la capacidad de razonamiento, incidiendo en que los jóvenes muestren correctamente sus emociones”, dijo Vásquez.
La psicóloga afirma que es poco probable que aquellos que se desahogan verbalmente incurran en la agresión física. Sin embargo, es un precio a pagar muy alto si lo que se promueve son malos hábitos y fomenta el irrespeto.
“Los niños y adolescentes tienen sus cerebros en desarrollo y si están expuestos a un lenguaje soez les limita aprender palabras y conductas adecuadas, fomentando la violencia”, explicó la profesional.
Insiste en que ese comportamiento vulgar no es propio de una sociedad educada, y si ese es el modelo a seguir por parte de los adultos los jóvenes, lo asumen como bueno válido. Para el sociólogo Carlos Andújar, la transformación que han registrado, en cuanto a la calidad, en los medios de comunicación con el lenguaje impropio denota regresión en vez de avanzar.
“Es penoso porque creo que hay muchas personas jóvenes con buenos discursos, con pensamientos proactivos en relación a lo que son temas complejos de la sociedad para que un grupo de jóvenes ocupen los medios de comunicación con el nivel comunicativo que tienen, creyendo que la vulgaridad se debe aceptar como parte de la libertad de expresión, lo cual es una violación absoluta a de esa libertad. Una cosa es la libertad y otra es el libertinaje”, comentó Andújar.
El sociólogo asegura que cuando se transmiten insultos y mensajes de esa naturaleza se degrada la sociedad, y el foco de atención de esos espacios no construyen valores ni reflexiones, que en nada contribuyen a mejorar los problemas sociales.
“Los jóvenes reproducen el mal, no ayudan a establecer un marco de referencia”, refirió.
Falta capacitación
La cantidad de programas radiales, televisivos y en plataformas digitales es creciente en el país, y en muchos de estos, sus principales figuras no cuentan con la preparación académica que establece la normativa para hacer uso de micrófonos públicamente.
En ocasiones, sí tienen la aceptación de los seguidores que consumen ese tipo de contenido, y que se comportan como guardianes celosos dispuestos a atacar ferozmente por las redes a quienes expresen algo en contra de sus seguidos.
Ante el descontrol en el lenguaje inapropiado, surgió la resolución 17-2024 del Ministerio de Cultura, que traza pautas de comportamiento de los medios de comunicación, la cual establece en uno de sus considerando que, ante los acontecimientos recién ocurridos, es necesario que el Ministerio de Cultura refuerce sus mecanismos de vigilancia del sector público bajo su regencia.
Establece que toda transmisión radial o televisiva debe evitar el uso incorrecto del lenguaje, influencias malsanas y perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y la juventud dominicana.
“Toda transmisión radial o televisiva debe fomentar, basarse y proyectar las buenas costumbres cívicas y ciudadanas, así como el respeto a los principios de la moral social, la dignidad humana y los vínculos familiares”, señala.
Recién la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos suspendió por cinco días la trasmisión de un programa radial luego de que a través de una llamada telefónica, expresara en el aire palabras subidas de tono. Igual fue sustituido el director de la referida comisión luego de entregar una certificación a una comunicadora sin agotar el proceso de capacitación requerida.
Medios deben jugar rol; se debe incluir música
Usos. Tras coincidir con el Ministerio de Cultura y con líderes y padres preocupados por la vulgaridad en los medios, Anthony Pérez destacó el rol que juegan los comunicadores.
En la personalidad, idiosincrasia, la forma de actuar, sentir y pensar. “El lenguaje adecuado no debe ser sólo para radio y televisión, sino de la música, porque el lenguaje que se utiliza en muchos temas musicales es vulgar, alienante y que motiva al delito, una apología al crimen a las adicciones, drogas y alcoholismo”, comentó Anthony Pérez, director de EDOCO.
Abogó por que cada grupo de la sociedad ponga su empeño para que los medios cumplan el rol de educar, orientar y ser escuelas porque se reciben en todos los hogares.
*Por Yanet Féliz/J. M. de la Rosa