Santo Domingo.-La trágica historia de Esther Benítez ha conmovido profundamente a la comunidad. Esta joven de 35 años, nativa de La Romana en la República Dominicana, tuvo un destino cruel al intentar mejorar su vida. Partió de su país hace aproximadamente dos meses con el sueño de llegar a Estados Unidos, pero su visa había expirado y se vio obligada a tomar una ruta peligrosa a través de México.
Ángela fue secuestrada durante este peligroso trayecto y, de manera desgarradora, encontró la muerte a manos de sus captores. La noticia, difundida por el comunicador Rafael Taveras el pasado miércoles, dejó atónitos a sus familiares, amigos y conocidos. Inicialmente, muchos no quisieron creer la devastadora información, pero la triste realidad se impuso.
Entre los que más sufren su pérdida se encuentra su hija de tan solo 10 años, quien ahora enfrenta un futuro incierto sin la presencia y el amor de su madre. La historia de Ángela es un recordatorio doloroso de los riesgos extremos que muchas personas enfrentan en su búsqueda de un futuro mejor, y del profundo precio que a veces se paga por perseguir ese sueño.
Su comunidad llora su partida y se une en un sentimiento de indignación y tristeza, mientras buscan respuestas y justicia para Ángela Esther Benítez, cuya vida fue truncada en su intento por alcanzar sus sueños y mejorar las circunstancias de su familia.