Los altos niveles de violencia a consecuencia del deterioro mental de una cantidad significativa nuestros ciudadanos viene trasformando para mal nuestra sociedad, y reflexiones de más de una década tratando temas tan sensibles como: la violencia intrafamiliar, los feminicidios y la violencia de género no han sido suficientes para crear conciencia, lo cierto hoy, es que la gente se torna cada vez más agresiva, todos los días a toda hora y en cualquier lugar, y estos hechos se observan a través de los noticieros todos los días, por lo que nuestras preocupaciones de ayer continúan siendo las mismas de hoy.
Este tipo de inconductas mostradas por una cantidad considerable de ciudadanos dominicanos, y que se ve sumado en las cifras de violencia a nivel general, requieren de una política de Estado, porque la violencia es tal, que trasciende la prensa internacional, y los turistas y ciudadanos de otras nacionalidades residentes en muestro país tampoco se han escapado de estas estadísticas, por lo que se requiere un plan de comunicación y acción efectivo urgente, que por el momento ayude a llevar orientación para hacer un llamado de reflexión a toda la población.
Por lo que entendemos es momento de continuar hablando sobre un nuevo concepto para tratar el tema de la violencia de género, desde otra óptica, y lo hemos explicado en muchas ocasiones, que desde el Gobierno central se debe articular un programa real de políticas públicas para el control y la prevención a futuro de la violencia generalizada que nos afecta como sociedad, como ciudadanos y nos afecta la Marca País, la violencia no es de género, la violencia es generalizada.
El 11 de marzo del año 2016, un rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, murió de un disparo a mano de un sindicalista, y meses más tarde un dirigente estudiantil asesinó a otro dirigente en la lucha por el control dentro la UASD, y seguido una serie de hechos anteriores y posteriores, que van desde: uniformados del orden asesinan pastores a tiros sin mediar palabras hasta personas detenidas dentro del recinto preventivo asesinadas a golpes, y una secuencia de crímenes, que nos están llevando a perder la capacidad de asombro, y me niego a quedarme de brazos cruzados, y me niego a creer que no podemos hacer nada y que no tenemos alternativas.
Estos actos violentos, que a veces creemos que son noticias internacionales, y que con mucho pesar volvemos a decir: que estamos llegando a un punto de no retorno en nuestra sociedad por el irrespeto a la vida y en la forma violenta con la que están sucediendo los hechos, señores, es desalentador ver en las noticias: un policía mata 3 mujeres, un hombre y deja niño herido, y un general retirado, ex director de una importante institución mató a un comunicador, esto indica que debemos replantear el concepto ¨violencia de género¨, porque es asunto de comportamiento psicológico, y que necesita de una evaluación rápida para tomar medidas correctivas y preventivas para frenar la violencia generalizada que nos afecta a todos.
Es necesario un plan urgente de orientación a la ciudadanía, además, un plan curricular en las escuelas públicas y colegios privados, enfocado en varios planes estratégico con acciones preventivas y correctivas:
- La planificación estratégica de respuesta inmediata para llevar orientación en cápsulas informativas de prevención a través de los medios de comunicación, urgente.
- La inserción de una plantilla curricular para formar y educar a los niños y adolescentes con el tema de la No Violencia.
- La creación de una unidad de psicología en el Ministerio de Educación con un equipo de expertos en la materia, que trabajen desde la investigación con un método de observación para identificar esa cantidad de niños que presentan signos de violencia, daños y traumas psicológicos, y todos aquellos que por alguna razón son vulnerables, y los que ya tienen marcado un perfil violento, para ayudarlos a sanar.
Y es urgente accionar ahora para que en el mañana nosotros podamos observar un cambio en la conducta humana, con menos violencia y más tranquilidad en nuestra sociedad.
