Gengis Kan, forjador del Imperio Mongol, sostuvo que “una flecha sola puede ser rota fácilmente, pero muchas flechas juntas son indestructibles”.
Procuraba, con esas palabras, resaltar el valor de la unidad de los pueblos para alcanzar sus aspiraciones, lo cual resulta válido en la actualidad, cuando la humanidad se desangra por causa de luchas de intereses económicos y creencias ideológicas, religiosas o culturales.
La vida no fue hecha para ser comprendida, sino vivida plenamente.