La vida es un relajo

La vida es un relajo

La vida es un relajo

Lady Reyes, editora de Vida y Estilo, periódico El Día.

La vida es un relajo… Nunca antes una frase ha reflejado tanto como tomamos la vida en tiempos modernos. Escucharla de mis hijos, a manera de chanza, no me causa controversia, al contrario, me la dicen cada vez que quieren referirse a que nada es fácil ni sencillo, pues, entre risas, me responden: “Sí, mamá, como que la vida es un relajo”.

Hoy observo el entorno, paso balance a una semana que concluye de manera convulsa y acelerada, cargada de violencia, y me pregunto: ¿es que todos pensamos que la vida es un relajo?, pero no con la visión que tienen mis hijos de esta expresión, sino de la cruda realidad de ver como se dan situaciones cargadas de tragedia sin pasar por el filtro del respeto, tolerancia y amor.

El amor al dinero, los afanes consumistas, las luchas de poder, las cargas y presiones sociales, comerciales e impositivas son las manos que mecen la cuna del trajinar de los últimos años, pues decir que esto es cosa de ahora sería una verdadera falacia. Nuestra sociedad, y con ella nosotros, hemos ido alimentando la bola de nieve que se está llevando lo mejor que teníamos, esa alegría y respeto por la vida.

Nunca podremos saber, a ciencia cierta, qué impulsa a alguien a cometer actos de locura, causar dolor y pesar, engañar, mentir y hasta matar a otros como que “na e na”, pero sí podemos trabajar en nosotros mismos, ver nuestro interior, y afinar los frenos que nos impiden caer al precipicio.

No estamos exentos de cometer locuras, pero sí podemos fortalecernos de tal manera que estas no nos quiten la vida ni a los demás, porque la vida no es un relajo. Es un don preciado y valioso.



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