Jules Renard, escritor francés, explicó a unos discípulos que “el proyecto es el borrador del futuro y que, a veces, el futuro necesita cientos de borradores”.
Se trata de un buen ejemplo debido a que se anda en la vida con tanta rapidez que no se observan los detalles ni se planifica el futuro, conduciendo esto a situaciones de fracaso y de pesimismo.
Veamos la vida de otra manera, comprendiendo que el optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa para no escribir ni siquiera borradores.