La escritora española Ana María Matute dijo que “la ilusión por la vida nos hace soportar la proximidad de la muerte”.
La vida constituye una especie de don temporal que hay que aprovechar, siendo activos para hacer el bien; impulsando más las buenas actuaciones que gigantescas idealizaciones.
Séneca, el famoso político y filósofo romano, observó que “el reposo presagia la muerte”.