Desde hace 20 años, la República Dominicana ha diseñado e implementado estrategias de desarrollo digital.
Al iniciar el presente milenio, se elaboró una estrategia llamada edominicana.
Luego se estableció una Comisión Nacional para la Sociedad de la Información y del Conocimiento que fue complementada con un gabinete de tecnología de la información. Además, en los últimos años, se impulsó el proyecto República Digital como continuación a dichas iniciativas previas.
Y como colofón, la propia ley 1-12 de la Estrategia Nacional de Desarrollo establece, como objetivo específico 3.3.5, el “lograr acceso universal y uso productivo de las tecnologías de la información y comunicación”.
Varios proyectos, agencias gubernamentales, instituciones públicas e iniciativas de apoyo productivo surgieron de todos estos organismos y espacios.
Miles de personas se han beneficiado las diversas donaciones de equipos informáticos, capacitaciones digitales e incentivos sectoriales.
Ahora la pregunta obligatoria sería: ¿cuáles son los resultados de alto impacto estratégico de todos esos programas de apoyo digital? ¿Han podido disminuir la brecha digital existente? ¿Cuál debería ser la prioridad a partir de ahora?
En el contexto del decreto 71-21 que crea un Gabinete de Transformación Digital, ha llegado el momento de priorizar las políticas públicas e iniciativas sociales que garanticen el ejercicio pleno de los derechos digitales. Ciertamente, se ha avanzado en ese sentido pero todavía falta mucho por hacer.
Ahora toca garantizar el acceso universal a un internet de calidad como un derecho humano fundamental. Se hace necesario aumentar el apoyo a las instituciones y programas que ayudan a desarrollar las competencias y habilidades digitales.
Es fundamental estimular y apoyar el crecimiento del sector TIC en todos sus aspectos.
En definitiva, debemos hacer realidad la visión de una verdadera libertad digital para el conjunto total de los ciudadanos y las ciudadanas de nuestra amada República Dominicana. Vamos a la acción. Podemos lograrlo.