La verdad se impondrá

Me uno a las voces que claman en una tierra que espero se torne más fértil dejando atrás el desierto en que se han convertido todas nuestras instituciones e ilusiones. 

Transcurre el tiempo entre penumbras, imposiciones injustas y podridas, surgidas de actitudes generadas por una total ausencia de principios, entre representantes congresuales, oportunistas y descreditados, quienes se muestran con sus “rostros de sapos, enriquecidos” (aunque, por fortuna tenemos allí personas justas e íntegras) que se nos imponen mediante pactos que sólo apuntan en un sola y desgraciada dirección, aprobando leyes en un único e inmundo sentido.

La imaginación vuela anhelando que en un instante todo esto desaparezca ante un nirvana que oculte toda esta realidad oprobiosa que nos abriga.

El pasado poco importa para ellos, los que sólo ven un futuro de plenitud que emana del poder de “don dinero”.

Sin lugar a dudas y desafortunadamente, ese “señor” rige toda la vida de los jóvenes cuyo tiempo discurre en buscarlo para alimentar y educar a sus hijos con fines de que estos consigan desarrollarse en un mundo mejor, lleno de oportunidades que ahora ven como un imposible.

Aquellos que se han nutrido de una ética que sólo existe en los tratados de Filosofía miran en su entorno a quienes les muestran con descaro un materialismo conseguido por medios impuros.

Sí, el tiempo pasa inexorable y persistimos en la esperanza de un futuro con otras ilusiones en nuestro bello y rico país.