Santo Domingo.- La Navidad vuelve cada año cargada de emociones, alegría y una esperanza que se hereda de generación en generación.
Es una época que invita a la unión familiar y al rescate de tradiciones que, más allá de los regalos, dejan huellas profundas en la infancia.
Entre esas tradiciones, la creencia en Santa Claus ocupa un lugar especial. Para muchos niños, representa la magia de la Navidad y una puerta abierta a la imaginación, la creatividad y la ilusión.
La psicóloga clínica Ileana Louis Núñez, especialista en intervenciones psicoterapéuticas del centro Endocardio, explica que esta fantasía cumple un rol importante en el desarrollo emocional y cognitivo de los pequeños.
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“La idea de Santa Claus es una hermosa tradición que no solo emociona a los niños, sino que también puede ser utilizada por padres y tutores para enseñar valores como la generosidad, la alegría de dar y el espíritu de compartir”, señaló la experta en entrevista con El Día.
Louis Núñez indicó que esta etapa permite a los niños disfrutar plenamente de su mundo simbólico, fortaleciendo emociones positivas y vínculos familiares, siempre que los adultos acompañen el proceso con sensibilidad.
La especialista enfatizó que las explicaciones sobre Santa Claus deben ajustarse a la edad y nivel de comprensión de cada niño, escuchando sus preguntas con respeto y sin imponer respuestas que puedan generar confusión o frustración.
Con el paso del tiempo, es natural que los niños desarrollen pensamiento crítico y comiencen a cuestionar la existencia de Santa Claus. Ante esto, la psicóloga recomienda no adelantarse a romper la ilusión.
“Lo ideal es permitir que los niños lleguen a sus propias conclusiones. Cuando pregunten directamente, hay que responder con empatía, adaptando el mensaje a su madurez, sin ridiculizar sus dudas ni restar valor a su curiosidad”, explicó.
Lejos de ser un momento incómodo, esta transición puede convertirse en una oportunidad educativa. Louis Núñez sugiere aprovecharla para hablar sobre los valores que representa Santa Claus, como el amor, la solidaridad y el trabajo en equipo.
Una estrategia efectiva es invitar a los niños mayores a convertirse en “ayudantes de Santa” para los más pequeños, permitiéndoles vivir la Navidad desde una perspectiva más consciente y solidaria, sin perder su encanto.
Enseñanzas que van más allá de los regalos
Más allá de los obsequios, la Navidad es un tiempo propicio para crear recuerdos que perduren. Involucrar a los niños en actividades como decorar la casa, preparar alimentos típicos o elegir regalos para otros refuerza los lazos familiares y fortalece valores esenciales.
Un ejemplo significativo es fomentar la donación de juguetes. Aunque compartir puede resultar difícil para los más pequeños, los padres pueden explicarles que otros niños también merecen alegría en estas fechas.
“Se les puede hablar de la realidad de otros niños y preguntarles qué juguete creen que haría feliz a alguien más, tal como ellos se sintieron al recibirlo”, expresó la psicóloga, destacando que el mensaje siempre debe adecuarse a su nivel de comprensión.
La Navidad no es solo una celebración para dar y recibir, sino también un espacio para enseñar y aprender.
Tradiciones como la de Santa Claus ayudan a sembrar valores que trascienden la temporada, dejando enseñanzas que acompañarán a los niños a lo largo de su vida.
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Edili Arias
Periodista egresada de la Universidad O&M, apasionada por escribir sobre niñez, salud e historias humanas. Combina su amor por el periodismo con su afición por los deportes. Madre de dos niños, lo que le aporta una perspectiva cercana y sensible en sus reportajes.
