Washington.- La vagina es un “nicho” donde el virus del Zika puede replicarse durante un largo tiempo y, en ratones hembra embarazadas, provocar una infección cerebral del feto, según un nuevo estudio publicado hoy por la revista “Cell».
Un grupo de investigadores de varias instituciones, entre ellas la Universidad de Yale (Connecticut), crearon el primer modelo en ratones de una infección vaginal del zika para tratar de comprender los mecanismos que usa el virus para “invadir el cuerpo desde los genitales” en las transmisiones por contagio sexual.
“Aprovechando nuestra experiencia con el herpes genital, queremos entender cómo se comporta el virus del Zika cuando se transmite por la vagina”, explica la autora principal Akiko Iwasaki, inmunóloga en Yale.
La científica y su equipo descubrieron que el virus puede sobrevivir y replicarse durante varios días en la mucosa vaginal de las hembras de ratón.
Al infectar a ratones hembra embarazadas por la vagina, comprobaron que los fetos se desarrollaban de manera más lenta de lo normal y sufrían de infección cerebral.
Los investigadores trabajan ahora para averiguar el camino que toma el virus desde la mucosa vaginal hasta infectar al feto, un hecho que consideran “muy preocupante».
Asimismo, buscan medios para bloquear la entrada del virus por el tracto vaginal. “Somos cautos sobre cualquier conclusión sobre la transmisión humana en este punto, pero la vagina podría ser un lugar donde el zika virus puede replicarse por un periodo largo.
La vagina podría ser una reserva para el virus en humanos, pero hay que investigar más”, concluye Iwasaki. Una persona que tiene el virus del Zika puede transmitirlo a sus parejas sexuales por vía sexual, incluso si no presenta síntomas, y esto incluye por vía vaginal, anal y oral, y compartir juguetes sexuales, según la guía sobre el virus de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el pasado 1 de febrero que las malformaciones congénitas (sobre todo microcefalia) y los trastornos neurológicos (Síndrome de Guillian-Barré) ligados al contagio del zika constituían una emergencia sanitaria de alcance internacional, pero descartó incluir como tal el brote en sí mismo.
Lo más alarmante sobre el actual brote de zika, que afecta principalmente a América Latina y al Caribe, es su vinculación con la microcefalia, una afección por la que la cabeza de los bebés o niños pequeños tiene un tamaño menor al normal y que puede acarrearles problemas de desarrollo.
El zika es un virus que se transmite por la picadura de mosquitos vectores del género Aedes, como el dengue y el chikunguña, y cuyos síntomas son similares pero más leves- sarpullido, fiebre ligera, dolor muscular y de las articulaciones.
Muchas personas infectadas con zika no acuden al médico al no presentar síntomas o confundir estos con los de un resfriado o una gripe, lo que complica el seguimiento del virus por parte de las autoridades sanitarias.
Por ahora, no existe ni vacuna ni tratamiento contra un virus que fue descubierto en los años cincuenta del pasado siglo en el bosque Zika de Uganda, de donde toma el nombre.