Los países de la UE se pelean por la forma de abordar la peor crisis de refugiados que haya sufrido la región desde la II Guerra Mundial.
Algunos se suman a Alemania en reclamar un sistema para compartir la carga que abarque a toda Europa y otros sostienen que la actitud receptiva de Merkel sólo fomenta que lleguen más refugiados.
El gobierno de Hungría ha adoptado la postura más dura: anunció planes de extender un cerco de alambre en la frontera con Serbia a parte de la frontera del país con Rumania.