El hotel Santa Cruz visto desde la Casa de la Cultura en enero pasado. Un árbol de samán es lo único con vitalidad. Eric Javier.
Santo Domingo.-La Universidad Autónoma de Santo Domingo ha encontrado, por fin, una vía lateral para ir a establecerse en Santa Cruz, el municipio cabecera de la provincia El Seibo, y lo hará a partir de la administración de un hotel, el que también espera aprovechar para la enseñanza de hotelería.
Para la universidad es también una puerta de entrada en la actividad turística desde un punto de vista práctico y a la vez del académico.
Esta ha sido la fórmula hallada desde la Administración Central del Estado para aprovechar una estructura de los día de la gran dictadura, la de Trujillo, para darle un destino a un bien del Estado al que se llegó a pensar en convertirlo en hospital para atenciones especializadas de oncología, idea puesta a un lado al parecer por falta de popularidad.
Todavía la Uasd, una academia del Estado con todas sus consecuencias, no sabe qué hará con las ruinas puestas en sus manos por la Corporación de Fomento de la Industria Hotelera y Desarrollo del Turismo (Corphotels) el pasado día dos de mayo.
En los años 70 El Seibo desplegó una amplia campaña para conseguir el establecimiento de una extensión de la Uasd en el municipio, pero en Higüey pudieron más y posteriormente en Hato Mayor.
Sin un plan
Antes de cualquier otro juicio, digamos que la Uasd no tiene todavía idea alguna acerca de lo recibido de Corphotels. Cuando finalmente la obra sea rehabilitada —lo que puede ocurrir en tres años o en diez, vista la tradición con las obras públicas en El Seibo—, docentes, estudiantes, paseantes, residentes y gente afortunada querrán ir a pasar siquiera una noche en el hotel docente Santa Cruz para contarlo entre las experiencias memorables de su vida.
Aquella estructura comparte con otras ruinas la cima de un otero desde el que se ven los techos de una gran parte del pueblito, las lomas ahora peladas por los ganaderos, el río Seibo recostado en un corte de acantilado al norte de la pequeña colina, y la brisa con el aire limpio de la frontera entre la llanura oriental y la Sierra del Este.
Pero de momento no hay que hacerse ilusiones porque en realidad la Uasd no recibe nada y con suerte el propio gobierno que le entrega el hotel inicia la reconstrucción.
Esto, sin embargo, es improbable en vista de que nos hallamos en medio de un proceso electoral que puede llegar a ser muy competido y demandante de inversiones notables en los núcleos poblacionales determinantes, entre los que no está El Seibo.
Desde luego, se puede aspirar a que la propia alta casa de estudios encare la rehabilitación del hotel, pero allí el dinero no alcanza y los presupuestos suelen consumirse en la política interna, no en negocios como este, que posiblemente no entienden, ni en la enseñanza aplicada, porque todavía su perfil es la cátedra y sus docentes se considera, más que nada, catedráticos.
Una “reliquia”
El Santa Cruz es un hotel de 70 años. Cuenta con una suite presidencial, piscinas, dos niveles y una vista y entorno acogedores que seguro serán muy bien valorados por los arquitectos del gobierno o de la universidad a pesar del abandono en que se encuentra.
En un pueblito sin grandes construcciones, para llegar al hotel, Casa de la Cultura —también en ruinas— y el tanque o reservorio de Inapa —en ruinas desde luego— hay que ascender y este es un plus que hace atractiva la media colina en la que se encuentran (la otra mitad está urbanizada).
La entrega de este bien a la Uasd tiene su origen en la voluntad del presidente Luis Abinader, así que se trata de una decisión política, pero tal vez sería bueno invitar a los seibanos a poner los pies sobre la tierra, porque ya no existe la Oisoe y los contratos de construcción y reconstrucción deben encaminarse de otra manera.
Para cualquier seibano un millón de pesos es mucho dinero. Pues deben saber, si algún día ocurre, que hacer operativo de nuevo el Santa Cruz costará unos cuantos millones de pesos. Ponerlo a punto en la ocasión anterior costó RD$42 millones.
Estaba arrendado
De acuerdo con información del portal de Corphotels, el día 24 de febrero pasado el gerente general de esta entidad, Arsenio Borges, encabezó el acto de recuperación del hotel Santa Cruz, ubicado en la provincia El Seibo, el cual hasta el momento se encontraba arrendado a la compañía Global Steerning Management Corporation SRL desde el año 2016.
Esta empresa se había comprometido a poner en funcionamiento el hotel.
Tras su remodelación en el 2016, esta propiedad cuenta con 28 habitaciones, bar, piscina, gazebo y jardines, con una construcción de dos niveles de 3,878.77 metros y área de 28,624.48 metros.
Esta es la bicoca que ha ido a dar a las manos de la Uasd, que no puede hacer nada con ella, pero como tampoco tiene un plan para un bien inesperado, cuenta con un tiempo indeterminado para armar un proyecto.
Acaso la Casa de la Cultura, al lado, si es salvada finalmente, puede servir de puntal para la elaboración de una ruta turística en el municipio cabecera de la provincia, con toros incluidos, una ruta de Palo Hincado y una de Santana.
Por si se anima
Desde luego, la Uasd y los líderes sociales y políticos pueden ponerle pitocín al Gobierno para que acondicione el hotel. Esto tal vez se hace posible si conecta sus planes de aprovechamiento con el desarrollo del negocio del turismo en Miches.
Mientras se mantenga en los límites manejables, las comunidades al otro lado de la cordillera aportarán personal y artículos para el consumo de turistas locales y extranjeros, pero si alcanza las cotas que esperan promotores e inversionistas, la provincia toda puede hacer grandes aportes materiales y humanos.
Modelo de negocios
— Arrendamiento
Según Corphotels, el hotel Santa Cruz fue construido en los años 50 y sus operaciones, bajo modelo de arrendamiento, ocurrieron hasta el año 2000. En el 2016 fue arrendado a Global Steerning Management Corporation.