Santo Domingo.-A penas era un niño de siete años de edad cuando un allegado a su familia lo llevaba al cine de Los Mina a ver las escasas películas que se proyectaban en el país.
Esa misma edad tenía cuando veía pasar los tanques de guerra de las tropas interventoras que llegaron a territorio dominicano para la Guerra Civil de 1965.
Esos recuerdos junto a las frecuentes historias de los enfrentamientos de la Revolución que le eran contadas por sus familiares forjaron en René Fortunato todo un almacén de ideas.
“Cuando yo empecé a trabajar audiovisuales me quedé con esa enorme curiosidad de ver todas esas historias orales que me habían contado reconstruidas visualmente”, narró Fortunato al hablar de su inspiración por el cine.
Es precisamente ese pensamiento que ha marcado su producción cinematográfica y literaria, ya que la misma recoge esos hechos de manera magistral.
“Estoy convencido que mis dos pasiones, que son el cine y la historia, van juntas”, indicó el fecundo documentalista.
Largometrajes
El primer largometraje de Fortunato, que salió al público en 1988, fue titulado “Abril: la trinchera del honor”, en el que se aborda los hechos previo a la Revolución y los acontecidos en plena gesta.
“Cuando yo hice “La trinchera del honor” la gente me decía: aquí nadie va al cine a ver documentales, ¿para que tú vas a hacer eso?”, recordó Fortunato.
Sin embargo, luego de tres décadas, el referido material fílmico continúa teniendo éxito, ya que no ha dejado de venderse, refirió con satisfacción.
“La trinchera del honor” fue el primer largometraje documental que se hizo en este país y uno de los pocos de América Latina y es la producción cinematográfica más popular y más exitosa aún con la ley de Cine”, afirmó.
Posteriormente, continuó enriqueciendo su producción con “Trujillo: el poder del jefe”, con tres ediciones que van desde 1991-1996; “Balaguer: la herencia del tirano”, en 1998; “Balaguer: la violencia del poder”, 2003; “Abril: la trinchera del honor” (nueva versión) y “Bosch: Presidente en la frontera imperial”.
De todos, expresó que los documentales sobre Balaguer son los que más “problemas” le han traído con personas que no comparten lo que en ellos se proyecta.
Cine por pasión
René Fortunato manifestó que sus producciones cinematográficas han surgido por una necesidad personal de dar respuesta a muchas preguntas que tenía desde su infancia.
“Nunca pensé ni pienso hacer cine para ganar dinero, sino por una satisfacción personal”, expresó.
“La gente me pregunta en la calle que cuándo voy a hacer otro (documental) y yo le respondo que lo mío no es una producción en serie como los salchichones. Yo me tomo mi tiempo”, afirmó.
Desde mediados de los años setenta Fortunato está vinculado al quehacer cinematográfico.
En 1977 comenzó a trabajar profesionalmente en el cine al ingresar a la empresa Productora Fílmica Dominicana.