En cualquier espacio social en donde hay un grupo de personas realizando algún tipo de actividad (trabajo, estudios, juegos: de domino, billar, cartas, la botellita u otros entretenimiento), encuentros amistosos, etc. existen trifulcas en alta y baja voces.
Espacios en donde flotan diferencias individuales o colectivas, escondidas en las relaciones de las amistades compartiendo o en su lugar en ese momento compartiendo; además, salen las discusiones, palabrotas, empujones y miradas intimidantes, pero también amistosas.
Todo empieza a cambiar en el grupo. Alguien inquieto esta a la expectativa a lo que podría venir en cualquier momento. Debe prepararse para no solo ver el desenlace, sino más bien, su intermediación en el conflicto, para no decir la mediación.
Las personas aprovechan esos encuentros “relajantes” para exponer sus diferencias sin corta piza, para decirlo en lenguaje llano. Ya que piensan que ese es el lugar adecuado para hacerle saber a la persona o al grupo de amistades, lo que está en juego en ese entretenimiento.
Entretenimiento que podría traer como consecuencias insultos, peleas, trompadas, botellazos y por supuesto el 911 con una patrulla acompañándole. Tal vez usted tenga dudas de esto, pero en realidad es así.
Las personas todavía no nos damos cuentas que existen otros lugares para plantear esos conflictos o diferencias, y entienden que haciéndolo público encontraran alguna solución y lo que ha provocado con esa acción, es un escándalo mayúsculo y disgustos en grupo.
Pero además, desconocer que existen centros de diálogos en donde pueden acudir con facilidad y sin costo; en donde una persona imparcial para ambos, entrenado compartiría con ellos sus situaciones, para desde la misma construir una concertación con posible fruto para ambas partes.
Espero con estas reflexiones hacer conciencia a las personas lectoras, que en vez de exponer conflictos a lo público, lo realicen en privado con terceros imparciales o a solas; quienes entrenados para esos les ayudarían a concertar sus diferencias con óptimos resultados para todos.
Dejémonos de trifulcas y busquemos soluciones diferentes a esas estrategias que no buscan nada bueno, más bien deja entrever como somos en realidad. Recuerden que nuestro accionar es quien define la personalidad. Esa es la mía, la suya y la de los demás.