En estos días ha salido a relucir el no cumplimiento de un acuerdo político firmado por líderes del partido en el gobierno. Varios fueron los calificativos expresado por varios de los firmantes. No entiendo como usted asume un compromiso para realizar una acción y al final se cambian las reglas. Cambiando al final de casi haberse cumplido.
Cuando surge un acuerdo es porque ha sido fruto de la implementación de estratégicas de comunicación, habilidades y herramientas por la persona o equipo de mediadores entrenados para conducir junto a las partes una mediación o diálogo eficaz.
Claro que un acuerdo no puede ser producto de imposiciones, jamás. Las partes tienen que sentirse con la libertad de opinar, consultar y reflexionar sobre las diversas opciones planteadas en las sesiones de diálogo.
El acuerdo es un proceso que tiene como producto el consenso de las partes en controversias. Son ellas las protagonistas y ellas son las que expresan sus opiniones con libertad y sin ninguna cohesión.
Son las partes las que hablan y las personas mediadoras actúan de manera imparcial, coordinan la conversación y mediante una técnica requerida para ejercer esa función, coordina y refuerzas los argumentos de las partes a través del parafraseo de todas las partes.
Entiendo que existe grandes diferencias entre la mediación política a las mediaciones familiares, vecinales, comunitarias. Comprendo que todo conflicto existen intereses y que los intereses de las partes son la controversia en sí. Las cuales son naturales que las mismas ocurran.
Por lo que, en la mediación las partes tienen que legitimar a las personas mediadoras, para que el producto que resulte de la misma, sea un compromiso a ser cumplido a partir de la firmas de las partes.
Recuerden que sin parte en conflictos no existe mediación, conciliación, negociación, arbitraje, juicio, u otro método posible para aplicar. Lo que deseo significar, es que sin las personas en controversia, es imposible sostener una sesión de diálogo o conversación.
El acuerdo tiene salir como producto de una conversación en donde las partes han tenido la oportunidad de socializar de manera franca todo lo que piensa del conflicto. Pero además, su voluntariedad es la característica fundamental de todo método alterno.
Sin ese eje fundamental de la mediación, es casi imposible concebir un acuerdo duradero en el tiempo. Puede cumplirse de manera parcial, pero no así total. Que es cumplir a cabalidad todo lo firmado en el acuerdo.
El hecho que las partes firmantes de acuerdo hayan cumplido lo firmado, provoca entre todos los actores involucrados, satisfacción plena. Pero a la vez, que el diálogo es importante para construir una sociedad pacífica y tolerante.
En donde todos sus actores, políticos, empresarios, líderes de la sociedad civil, religiosos, académicos, periodistas, mediadores, medios de comunicación; hicieron con sus acciones, una sociedad plural y tolerante.
En la República Dominicana existen experiencias de cumplimiento de pactos, acuerdos y consenso; tanto en el ámbito familiar, político, vecinal, empresarial, etc.
Como país contamos con un acuerdo de nación a través de la Ley 12-01, Estrategia Nacional de Desarrollo, la cual consigna tres grandes pactos: eléctrico, fiscal y educativo. Este último fue logrado por la incidencia de la opinión pública a través de la sociedad civil con movilizaciones, marchas, protestas.
Desde Conflictos y Mediaciones exhortamos a continuar fortaleciendo los mecanismos pacíficos de solucionar conflictos a través del cumplimiento de los acuerdos firmados, sean estos políticos, gubernamentales, académicos, etc.