Este viernes Tony Raful presentará, mi último libro, un ensayo sociológico sobre el Consejo de Estado, resumen de ese periodo de la historia dominicana, investigación poco conocida.
Efectivamente, del 1 de enero de 1962 al 27 de febrero de 1963, el país fue gobernado por un Consejo de Estado que representó históricamente la transición entre la dictadura trujillista y la democracia.
Socialmente hablando este gobierno era una emanación de los intereses económicos y políticos de sectores conservadores que durante más de 20 años habían estado alejados del control del Estado.
En efecto, la toma del poder por sectores conservadores antitrujillistas, fue un acontecimiento de talla: por primera vez desde el golpe de Estado de 1930, un nuevo sector político gobernaba: los cívicos, o sea, los partidarios de la Unión Cívica Nacional, (UCN) organización partidista surgida a mediados de 1961
En otro orden de ideas, en este período, además, hacen su aparición otras facciones políticas, los perredeístas y los catorcistas que mostrarán sus fortalezas y debilidades. Ciertamente, el PRD, una entelequia política en 1961, pasará a ser en 1962 un partido de masas.
Este hecho fue la consecuencia, no solamente de la coyuntura política del momento, sino también del papel de la personalidad en la historia, esto es, del rol jugado por Juan Bosch, ideólogo y dirigente fuera de serie.
Por su parte, el Movimiento Revolucionario 14 de Junio (IJ4), que a principios de enero del 1962 era la segunda fuerza política del país, prisionero del castrismo y del infantilismo ultraizquierdista, se aislará de las masas perdiendo toda posibilidad de constituirse en una opción de poder.
El Consejo de Estado duró apenas un año y dos meses en el poder político. No obstante, en ese corto lapso, se evidenciaron por primera vez en el pos-trujillismo las nuevas formas del dominio neo colonial y también emergió un capitalismo de Estado cimentado sobre las bases del emporio económico confiscado a la familia Trujillo.
Las tres C (CEA, CORDE y CDE) serían en los años subsiguientes el caldo de cultivo de luchas entre las facciones políticas por su control ya que el mismo representaría para esos grupos una fuente de acumulación de capital privado.
Las luchas de masas, el surgimiento del movimiento sindical, la erupción de las ideas socialistas y castristas, el debate político, los líderes políticos . En fin todo un despertar democrático.
Con el Consejo de Estado eclosionó, pues, el inicio de la democracia dominicana y el comienzo de nuestra historia moderna. Al conocer la dinámica de ese periodo, se podrá captar muchas de las claves que permiten comprender la turbulenta dinámica política que ha recorrido la sociedad dominicana hasta nuestros días.