Wilfredo Mora
Nació en Moca, provincia Espaillat. Se graduó de Ciencias Sociales y de Historia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Entre 1992-1993, obtiene una título de la UASD, quien nos introdujo en el desafío e integración vitales de los organismos vivos, especialmente de las culturas, los cuales dependen de las interrelaciones de fenómenos que se explican mejor en las nuevas ciencias.
El profesor González Camacho acaba de fallecer a causa del Covid-19; las circunstancias que acompañan esta triste noticia es que también padecía de dolencias respiratorias.
La primera vez que escuché de la ‘Trama de la vida’ (1996), obra del físico austriaco Fritjof Cappra fue justamente en la catedra de antropología del profesor González.
Es decir, la historia de la ciencia contemporánea y los cambios de paradigmas a que se ha visto sometida tras la caída de las `verdades cartesianas`, ahora podían ser dilucidados a partir de los aportes de “la biología orgánica (biología molecular), el pensamiento sistémico, la física cuántica, la psicología de la Gestalt, la ecología profunda, la ecología social y el ecofeminismo, las neurociencias y la cibernética”, entre otras.
Todos estos paradigmas se aplicaron con más facilidad en la teoría de la complejidad, con un amplio campo de las interacciones humanas; en el paradigma Ecológico, que cobra, hoy por hoy, una magna importancia ante la problemática social-ecológica-ambiental, constituye “un referente teórico obligado para la gestación de una nueva concepción de la vida y una educación planetaria”; el paradigma del Punto crucial, tiene que ver con la crisis planetaria que vive actualmente la humanidad en su proceso de transformación y cambio.
Fue Cappra, hace 25 años atrás, quien hizo referencia a tres tipos de transformaciones determinantes para la crisis compleja y multidimensional por la que está atravesando la humanidad: 1) la inevitable decadencia del patriarcado, 2) la disminución del número de reservas fósiles y 3) el cambio de paradigma, entendido como un cambio profundo de la mentalidad, los conceptos y los valores que forman una visión particular de la realidad.
Esta realidad puede verse en los raudos cambios evolutivos y el papel que está jugando la ciencia en la vida cotidiana.
Ahora comprendo por qué se angustiaba tanto el insigne doctor Silverio González. En una obra no divulgada del querido profesor, “Paradigma, comunidad científica y otros ensayos: una mirada a la antropología filosófica y a la ciencia compleja”, él había expresado una antropología de la vida cotidiana, y el estudio de ella a través de esos paradigmas.
En nombre de sus alumnos más aventajados: Yon Alcántara, Christian Espinal, Emelyn Quevedo M., Luz Brito Ortega, Crislady Carela, y otros más, así como en el mío propio, le rendimos póstumo reconocimiento, a quien tanto entusiasmo mostró por la vida.
