Hugo López Morrobel
Es sumamente penosa la situación por la que viene atravesando desde hace varios meses el joven jugador dominicano Wander Franco, de Tampa Bay, quien está acusado de un hecho sumamente bochornoso, como es el de haber tenido relaciones sexuales con por lo menos dos menores de edad.
Este pelotero de 22 años, con un contrato de 182 millones de dólares por 11 temporadas, está expuesto a terminar su carrera, dado que estos hechos, de resultar ciertos. resultan bochornosos.
Es una lástima que un jugador que tenía todas las de convertirse en un héroe, termine en forma ignominiosa y humillante.
El pasado martes supuestamente se realizaron varios allanamientos en Baní, en busca de localizar a Franco, quien no apareció “ni por los centros espiritistas”.
Lo más conveniente es que se presente ante las autoridades para evitar que se le considere un “prófugo” de la justicia.
Este caso debe servir de lección a todos los jóvenes dominicanos, sobre las graves consecuencias y el altísimo costo que hay que pagar por hechos de este tipo, los cuales de ser ciertos siempre le perseguirán, incluso si es absuelto por la justicia, porque quedan dudas.
Nuestro deseo es que Franco salga bien parado de este muy delicado y agobiante embrollo, para que tenga la oportunidad de regresar a Grandes Ligas, donde su futuro sigue incierto.
Y lo más sensato y correcto es que le haga frente a las acusaciones que le atribuyen las autoridades en el país.
