La tormenta financiera de la bolsa

La tormenta financiera de la bolsa

La tormenta financiera de la bolsa

Daris Javier Cuevas.

En la actualidad la humanidad a escala global está presenciando la existencia de un mundo sin límites, esto es que lo que ocurre en un punto geográfico del planeta impacta de manera directa en todas las esferas de la vida cotidiana. En lo económico y lo financiero es donde principalmente se evidencia esa interconexión impresionante, capaz de modificarlo todo y reorientar el curso de la economía, tal como está ocurriendo en los mercados bursátiles de las grandes economías con potenciales contagios.

Y es que de manera repentina los mercados financieros pueden ser impactados por tal situación y generar un pánico patético para su dinámica y la actividad económica en sentido general. Basta con observar la caída espantosa de los mercados bursátiles, en especial, el índice Nikkei de Japón, el índice Dow Jones de la bolsa de New York cuyo origen tiene como epicentro el cambio de política monetaria del banco central de Japón y la decisión de la reserva federal de EE. UU de mantener la tasa de política monetaria.

Sorprende los desplomes que están registrando las grandes economías mundiales, fruto de la presencia de factores geopolíticos y económicos que han arropado la dinámica de la economía global.

En adición, resulta relevante la cercanía de las elecciones presidenciales de USA, que se presumen muy turbulentas, la situación económica de Israel, el incremento registrado en las tasas de interés en Japón, situación esta que ha incidido en la caída de las bolsas de valores a escala global y el temor de una desaceleración de la economía norteamericana.

La desconfianza por temor a una desaceleración peligrosa ha generado una enérgica incertidumbre entre los diversos inversores de los mercados financieros que se han sorprendido por la rápida caída de 1000 puntos del índice Dow Jones, acompañado de un desplome general de un 3% y de 4,1% del NASDAQ con alto riesgo en el ámbito tecnológico global.

Este desplome ocurre en un contexto en que los mercados globales se derrumban, en particular, la caída de 225 puntos del índice Nikkei, equivalente a un 12,4% considerado como el peor en toda su historia, así como la hecatombe de los mercados europeos y asiáticos, situación que ha generado desasosiego por una potencial recesión global, tal como lo pronostica el grupo Goldman Sachs.

El clima en los diferentes mercados financieros está minado por altos niveles de riesgo ya que lo único que se vislumbra es que todo el mundo perciba una ineludible caída en los mercados y que el pánico se apodere de todo.

Desde una perspectiva macroeconómica de incertidumbre es inevitable un estancamiento del gasto, se incrementa el desasosiego, extensión en la pérdida de empleo y este ambiente de incertidumbre tiende a retroalimentarse de manera automática, lo que se traduce en un empeoramiento del entorno económico financiero.

El escenario de desplome de los mercados financieros responde a una situación multifactorial que ha incidido de manera determinante en los diferentes mercados bursátiles, lo que significa que la economía global está asistiendo a ambiente de miedo y desconfianza feroz.

Para que la situación de pánico se entienda mejor, tan solo citar la existencia de una percepción general de las cifras macroeconómicas de USA muy frágiles, los beneficios de las empresas se proyectan cada vez peores, en tanto que la inesperada subida de los tipos de interés impulsada por el Banco Central de Japón, pues la presencia de estas variables explica esta tormenta global de los mercados financieros.

A la Luz de la razón, se puede afirmar que a escala planetaria se está ante la presencia de un mundo financiero capaz de funcionar como un enorme ecosistema influida su dinámica por disímiles factores que alteran, contagian y determinan las tendencias de los mercados bursátiles. Pues el efecto contagio impacta en la economía y a los ciudadanos sin importar su statu quo, ya que son situaciones anómalas que muestran las relaciones armónicas entre variables macroeconómicas, sociales y políticas, en la cual ninguna economía está blindada de ser contagiada, tal como se observa en Europa y México.



Daris Javier Cuevas

Economista-Abogado Máster y Doctorado en economía Catedrático de la UASD