Santo Domingo.-La tecnología se impondrá en el concierto “Believe Tour 2013” del artista canadiense Justin Bieber, quien se presentará por primera vez en el país, mañana, en el Estadio Olímpico Félix Sánchez.
Unas 200 luces de todos los colores, con giro de 360 grados, cuatro pantallas gigantes y decenas de bocinas colocadas en distintos puntos del centro, son parte de lo que están preparando los productores del evento.
El concierto está listo para que los fans de Bieber disfruten de una noche inolvidable y llena de lo mejor, de acuerdo con el encargado del evento Tony Parodi.
Más de 200 hombres trabajan aceleradamente en el lujoso montaje, mientras que un grupo de 400 personas esperan la noche del evento para vigilar la seguridad del área.
“Esto es un montaje para un evento grande, como se haría en cualquier otra parte, no se escatima nada para cumplir lo que pide el artista y él pide mucha tecnología, buena iluminación, sonido, una pantalla de vídeo atrás y muchos efectos”, explicó Parodi.
Dijo que el evento está concebido para que las personas que asistan no tengan un solo espacio para el aburrimiento, tras indicar que el evento tendrá la misma altura que en los otros países que Justin Bieber se ha presentado.
Los trabajos del lujoso montaje empezaron el pasado jueves y los hombres que trabajan en el mismo se pasan los días completos en esa faena.
Euforia por Bieber en PR
La noche del sábado fue de mucha adrenalina para los fanáticos de Justin Bieber en Puerto Rico.
El fanatismo es capaz de generar reacciones insospechadas.
Provoca gritos ensordecedores, lágrimas, llanto incontrolable, temblor de manos y piernas, brincos, escalofríos, risas a carcajadas y hasta desmayos. y eso se vivió en el Coliseo de Puerto Rico, según un relato del periódico “Primera Hora”.
Todo lo antes descrito fue literalmente la manera en que miles de ‘beliebers’ (como se hacen llamar los fanáticos del artista) reaccionaron ante la presencia de su ídolo de 19 años de edad, quien ayer se presentó a casa llena por primera vez en Puerto Rico.
Los fanáticos, en su mayoría jóvenes adolescentes, gritaban ante el menor gesto del artista, quien prácticamente no se podía escuchar durante el concierto ante los alaridos de los asistentes, que en ocasiones superaba el potente audio del concierto.
“Justin, Justin”, “Justin we love you”, entre otros gritos de admiración fueron la norma en una noche en la que se comprobó que el artista ha logrado hacer de su persona un fenómeno.