Empleado en el proceso de industrialización del arroz para para preparación. Henry Santiago.
Santo Domingo.-El rudo trabajo de replantar arroz mata por mata está quedando desfasado por el uso de la tecnología, la cual se está apoderando de las labores de preparación de la tierra, siembra, mantenimiento y cosecha de este cereal.
Y no es para menos, porque la mecanización de los procesos productivos se traducen en mayor productividad para los productores, además cada vez se hace más díficil encontrar manos de obra para las labores agrícolas.
Similar pasa en el proceso de industrialización del arroz, los molineros están integrados en instalaciones existentes equipos de alta tecnología para el proceso de secado, pulido y separación de cáscara de ese grano.
El país cultiva 10 variedades de arroz, ahora el lucero es el que más rinde tanto para productor.
El cual es considerado alimento escencial en la alimentación de los dominicanos, tanto así que cuando no come arroz se dice que no ha comido.
Campos digitalizados
Ahora hay equipos para todo el proceso que va desde habilitar suelos, aplican fertilizantes y agroquímicos con drones, y sistema de posicionamiento global GPS, para cubrir todo el terreno, explica el productor Oliverio Espaillat, con 25 años en el subsector, se ha convertido en un defensor de la tecnología como medio para abaratar costo.
Destacó que incluso el aire que producen las hélices permiten una mejor penetración de la plantación por la potencia con la que son lanzadas las gotas.
La gama de equipos de alta tecnologia que se utilizan en esta industria,son cada vez mayor porque nos hemos dado cuenta que la calidad de culinaria del arroz se reduce cuando se cosecha de manera tradicional.
Puso como ejemplo que cuando, un saco de arroz tarda días en un campo sin pasar el proceso de secado e industrialización reduce la calidad. “Ahora las máquinas que utilizamos son cosechadoras a granel. Ya el saco para mI no existe y además es una forma de ahorrar costos y agilizar el proceso de recolección”, manifestó el agroempresario.
Señaló que aunque hay provincias que no han dado el salto hacia la transformación, se verán obligadas a cambiar como forma de adaptarse a los cambios del mercado.
Invitó a los agricultores o empresarios agrícolas a hacer más uso de la mecanización de los procesos, pues entiende que es la única vía para ser competitivo.
Este se ha convertido en un empresario arrocero que ha encontrado en la tecnología a su mejor aliada para desarrollarse.
El uso de drones para la fumigación, así como la nivelación a láser de sus terrenos, son parte de las prácticas que se masifican entre los productores de las 21 provincias arroceras especialmente, de las zonas de Cotuí , La Vega y San Francisco de Macorís y la expectativa es ser cada vez más eficientes y reducir costos, para no verse afectados por temas comerciales, alzas de precios en materias primas y la progresiva importación de arroces más baratos que reciben subsidios en sus países de orígen destacó José Miranda Sánchez, presidente de la Asociación Dominicana de Factorías de Arroz.
En el caso de control de maleza, en los últimos años se vienen aplicando tecnología en el control de maleza y se preparan los terrenos para la siembra variedades de arroz que son resistentes malas hierbas que infestan al arroz.
Igual pasa en los molinos se están automatizando los procesos, lo que permite hacer una clasificicación del arroz de alta calidad para los consumidores”, manifestó Miranda, y explicó que el país cuenta con planta de procesamiento completamente automatizada, equipada con maquinaria de última tecnología y con una ingeniería para maximizar el rendimiento y minimizar roturas en el grano.
Semillas certificadas
Asímismo pasa con semillas sembradas que son certificadas porque tienen claro que es el único camino para lograr un producto de calidad y competitivo en el mercado es la buena producción, calidad molinera y entero.
La esperanza de una renegociación DR-Cafta
Preocupación. Los productores de arroz mostraron preocupación ante la liberación total de arranceles a la importación de ese cereal en los próximos tres años, como se contempla en el Tradado de Libre Comercio (DR-Cafta).
No obstante, están esperanzados de que el gobierno buscará una salida a esa situación que podría sacar del mercado a miles de productores.
Este sector aglutina a más de 30,000 productores, 300 industrias que generan cerca de 90,000 empleos directos y 200 mil indirectos.
El DR-Cafta empezó en 2006 y concluye en 2025.
