El razonamiento natural acerca de la política monetaria permite explicar que esta es una acción consciente que las autoridades monetarias emprenden para controlar la cantidad de dinero que existe en la economía con el objetivo de promover la estabilidad de precios y el crecimiento económico, creándose un ambiente favorable al equilibrio externo. Es esa la razón por el cual los bancos centrales tienen como objetivo fundamental plantearse frenar la inflación predominante.
Es relevante precisar que la política monetaria no está diseñada para que afecte de manera directa a la inflación, en el entendido de que la mitigación de esta concibe vía lo que se denomina mecanismos de transmisión e incidir en las condiciones de liquidez del sistema bancario en general.
Desde esa perspectiva, los mecanismos de transmisión de la política monetaria se expresan a través de los agregados monetarios, el crédito bancario y la tasa de interés, variables estas que tienen gran influencia en la variación de los precios y su estabilidad.
Si se entiende que el dinero se constituye en el fundamento habitual de la política monetaria y que este influye en la dinámica de la economía, entonces, resulta primordial que sobre el Banco Central descanse la responsabilidad de garantizar la estabilidad de los precios en una economía. En tal virtud, la autoridad monetaria ha de custodiar que la economía sea orientada por la ruta del crecimiento económico sostenible, lo cual se logra bajo la inteligencia de aplicarse una política monetaria de conveniencia o amigable con el contexto económico, alcanzable mediante una política monetaria expansiva o restrictiva.
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Para lograr los objetivos planteados, el Banco Central juega con la tasa de política y la cantidad de dinero que ha de circular en la economía y con ello procurar la estabilidad de los agregados monetarios que la coyuntura económica demande. Por igual, con el objetivo de desarticular las presiones inflacionarias, siempre se ha advertido ser muy cauto con el control de la base monetaria o cantidad de dinero en la economía, las emisiones con objetivos fiscales e inducción de la demanda agregada.
Ante cualquier adversidad en la economía que genere inestabilidad en los precios, el Banco Central, en el marco de la política monetaria, dispone de un instrumento con cierta efectividad que es la tasa de política monetaria cuya finalidad es procurar el control de la inflación y cuidar la estabilidad de la moneda local. En tal sentido, la tasa de política monetaria se convierte en un referente de las tasas del sistema bancario y financiero, por tanto, es la tasa objetivo aplicable a las operaciones interbancarias sobre la cual el banco central decide aplicar los diferentes instrumentos de política monetaria del cual dispone.
Se puede afirmar, entonces, que la tasa de política monetaria es una especie de muro de contención que tiene la política monetaria mediante la cual se pretende influir en la economía ante cualquier eventualidad inesperada, lo que se expresa cuando aumenta de una manera pronunciada en la demanda agregada, o reducción en la demanda de bienes y servicios, desincentiva el consumo y la inversión.
En adición, impacta con un incremento de las tasas de interés de la operaciones activas y pasivas, lo que acrecienta la probabilidad de la morosidad en el mercado bancaria en el mediano plazo y todo lo contrario tiende a ocurrir cuando se auspicia una baja de la tasa de política, pues en el primer caso el objetico fundamental es contraer la demanda para contrarrestar las presiones inflacionarias.
A la Luz de la razón, se puede precisar que la política monetaria genera efectos sobre el flagelo de la inflación, aunque los mismos no son duraderos para la actividad económica y la ocupación o empleo. Pues la política monetaria se diseña sobre el ciclo económico y se relaciona con fines de estabilización, pero no como herramienta que procura solucionar los problemas estructurales de la economía, tales como la falta de empleo y el crecimiento potencial de la economía.
En la inteligencia de interpretar la política monetaria se aprecia que cuando la proyección de la tasa de inflación suele ser superior a la meta de inflación, resulta que el Banco Central tiende a incrementar la tasa de política monetaria con la finalidad de estimular el ahorro y desincentivar el gasto para frenar o disminuir la inflación. En cambio, si la inflación proyectada resulta ser inferior a la meta, el banco central disminuye la tasa de política monetaria, pues el objetivo es incentivar el acceso al crédito, inducir el gasto e incentivar la inversión y el consumo.
Relacionando todo lo planteado con la política monetaria ejecutada por el Banco Central de la Republica dominicana, se puede afirmar que no se trata de algo fortuito ni mucho menos fruto de una magia sideral.
Es que el texto constitucional del 2010 establece la existencia y autonomía del Banco Central conforme con lo establecido en el artículo 225, que es donde esta entidad logra el mayor rango normativo, al tiempo que se combina con la jerarquía constitucional que el espíritu del articulo 224 le reconoce a la Junta Monetaria, por lo que la política monetaria es autónoma en su diseño y ejecución.