La tasa de divorcio en Estados Unidos

El divorcio entre los estadounidenses más jóvenes cayó un poco en los últimos 25 años, pero se disparó entre los adultos más grandes. Entre 1990 y 2012, la tasa de divorcio para las personas de 55 a 64 años creció más del doble, según el Centro Nacional de Investigación sobre Familia y Matrimonio de Bowling Green.
La tasa para los mayores de 65 se triplicó.
Todo esto explica en gran parte cómo, en líneas generales, el matrimonio en Estados Unidos sigue teniendo probabilidades iguales de éxito y fracaso.
Los “boomers” tenían una actitud muy diferente a la de sus padres respecto a casarse cuando eran jóvenes, y las cifras muestran que todavía es así mientras se van jubilando. Si se le suma el hecho de que a lo largo de sus vidas las leyes de divorcio estatales se volvieron menos onerosas y que las mujeres se instalaron firmemente en el lugar de trabajo, se obtiene una receta de independencia.
“No creo que los ‘boomers’ estén siendo menos felices en sus matrimonios”, dice Brown, codirectora del centro.
“A medida que la gente vive más, hay más motivos para divorciarse, porque queda mucho por vivir”.
Casarse no es simplemente tirar los dados. En otras palabras, importa con quién uno se case.
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