La tarea del Consejo Nacional de la Magistratura

La tarea del Consejo Nacional de la Magistratura

La tarea del Consejo Nacional de la Magistratura

Estamos en un proceso de evaluación y posterior escogencia de jueces de la Suprema Corte de Justicia, proceso que lleva a cabo el Consejo Nacional de la Magistratura.

Esta misma conformación del Consejo ya escogió cuatro miembros de esa alta corte, siguiendo el mandato constitucional de que dos terceras partes deben ser jueces de carrera y una tercera parte que no necesariamente sean de carrera.

El Consejo también ha hecho una elección respetable para la sustitución de cuatro jueces del Tribunal Constitucional y los cinco miembros del Tribunal Superior Electoral.

Por tanto se ha ganado un voto de confianza.

Sin embargo, las responsabilidades que tiene a su cargo el Consejo Nacional de la Magistratura es para exigirle que tenga un registro perfecto, pues cualquier pifia tendría repercusiones perjudiciales para toda la nación
Lógicamente, toda obra humana es imperfecta y por tanto, los miembros de ese organismo también los son, pero tienen la responsabilidad de intentar serlo.

Al evaluar a los jueces de carrera hay que reconocer la laboriosidad, el apego a las normas jurídicas, su pulcritud en el manejo de los asuntos públicos, su correcta administración de la justicia y su rectitud de carácter. Frente a un juez que cumple esos puntos, está de más pedirle que sea independiente.

Yo le agregaría algo más: su compromiso social.

La otra parte de la Suprema, la tercera parte, se puede conformar con jueces que no sean de carrera. Esa es la parte donde puede ser más notoria la mano de la política.

Vale decir que todas las decisiones del Consejo, aun frente a los jueces de carrera, son políticas, porque las toman políticos con intereses políticos.

En esos casos hay que buscar entre los abogados de experiencia que sean laboriosos, con un historial pulcro como servidores públicos, una honestidad mostrada, dominio de las normas jurídicas, historial de compromiso social, rectitud de carácter y que generen confianza en la mayor parte de la sociedad.

Ojalá el Consejo Nacional de la Magistratura pueda mantener su buena racha y designar doce jueces idóneos y que la mayor crítica que puedan generar es el subjetivo “no me gusta”.