El Congreso de los Estados Unidos está empantanado en luchas de alto perfil sobre la sustitución de Obamacare y la reescritura de las leyes fiscales, lo cual deja poca capacidad para una batalla firme sobre Wall Street.
Los republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, no tienen un plan para reescribir reglas financieras que podrían atraer el apoyo de los demócratas, algo que es necesario para avanzar en la mayoría de los proyectos de ley importantes en el Senado.
Los representamtes demócratas dicen que las leyes existentes son necesarias para prevenir otra crisis financiera y proteger a los inversionistas.