En un cálido sábado por la tarde, Clara y Javier, una pareja de jóvenes profesionales, se preparan para una cena romántica.
En las horas previas, ambos se sumergen en sus teléfonos móviles, buscando inspiración en las redes sociales.
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Mientras Clara mira fotos de parejas felices en playas paradisíacas y cenas elegantes, no puede evitar sentir que su relación no es lo suficientemente emocionante.
“Deberíamos hacer algo especial para publicar”, sugiere, y Javier asiente, pero en su mente, se pregunta si realmente necesitan la aprobación de sus seguidores para disfrutar de su tiempo juntos.
Esta historia refleja la realidad de muchas parejas en la actualidad, donde las redes sociales juegan un papel cada vez más influyente en las relaciones románticas.
De hecho un informe presentado en julio de año en la Conferencia Anual de la Sociedad de Biología Experimental en Praga, y realizado en la India, destacó que más del 50% de los participantes manifestaron sentirse confusos al intentar encontrar una pareja adecuada.
El efecto de la comparación constante
Un estudio publicado por el centro de investigaciones Pew Research, en mayo del año 2020, revela que la sobreexposición en plataformas digitales puede tener consecuencias significativas para la comunicación, la intimidad y la salud emocional de las parejas.
Para muchos adultos, las redes sociales influyen en la forma en que navegan y comparten información sobre sus relaciones románticas.
Aproximadamente ocho de cada diez usuarios de redes sociales (81 %) informan que, al menos a veces, ven a otras personas publicar sobre sus relaciones, incluido el 46 % que dice que esto sucede a menudo, pero pocos dicen que ver estas publicaciones afecta cómo se sienten sobre su propia vida amorosa.
La presión de proyectar una imagen ideal en redes sociales ha llevado a muchos a establecer expectativas poco realistas sobre sus propias relaciones.
Desconexión emocional y superficialidad
La falta de comunicación cara a cara se ha convertido en un problema común, que ha resultado en una disminución de la intimidad emocional, con muchas parejas sintiendo que están más conectadas a través de pantallas que entre sí.
Según el informe de Pew Research el 62% de los jóvenes de 30 a 49 años y el 52% de los jóvenes de 18 a 29 años que están en una relación romántica dicen que su pareja se distrae al menos a veces con su teléfono cuando intentan hablar con ellos.
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Sin embargo, este problema no se limita a los grupos de edad más jóvenes: el 41% de los estadounidenses con pareja de 50 años o más dicen que se han encontrado con esto en su relación, al menos algunas veces.
Celos y desconfianza
Los celos son una emoción natural, pero la exposición a interacciones de la pareja con otros en línea ha intensificado esta sensación.
Entre aquellas cuya pareja utiliza las redes sociales, el 23% dice haber sentido celos o inseguridad en su relación debido a la forma en que su pareja actual interactúa con otras personas en estos sitios, y este porcentaje aumenta al 34% entre las personas de entre 18 y 29 años, establece el informe.
El estrés de mantener una imagen ideal
La presión por mostrar una vida perfecta puede ser abrumadora.
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Aproximadamente la mitad de los usuarios de las redes sociales (53%) afirman que han utilizado estas plataformas para comprobar cómo está alguien con quien solían salir o con quien tenían una relación, mientras que el 28% afirma que ha utilizado las redes sociales para compartir o hablar de cosas sobre su relación o vida amorosa.
En el caso de los usuarios adultos menores de 30 años, los porcentajes de quienes han utilizado las redes sociales para comprobar cómo está una expareja (70%) o han publicado sobre su propia vida amorosa (48%) son incluso más altos.
Estrategias para reforzar las relaciones
A pesar de estos desafíos, hay formas en que las parejas pueden mitigar el impacto de la sobreexposición en redes sociales. Expertos sugieren estrategias como:
- Fomentar la autenticidad: Las parejas deben sentirse cómodas siendo reales entre sí, priorizando momentos significativos sobre la apariencia.
- Desconectar de las redes sociales: Limitar el tiempo en plataformas digitales puede ayudar a las parejas a centrarse en su relación sin distracciones externas.
- Comunicación abierta: Hablar sobre las influencias de las redes sociales y cómo afectan sus sentimientos puede fortalecer la conexión y la comprensión.
- Reevaluar prioridades: Las parejas pueden beneficiarse al identificar lo que realmente importa para ellas, dejando de lado las expectativas sociales.
Las redes sociales han cambiado la forma en que nos comunicamos y conectamos, pero no deben dictar la calidad de nuestras relaciones.
Al ser conscientes de estas dinámicas, las parejas como Clara y Javier pueden aprender a priorizar su conexión emocional por encima de las presiones externas, cultivando una relación más auténtica y satisfactoria.
