Santo Domingo.-Todo comenzó una mañana lluviosa de 1990. Era un día aparentemente normal para Ana Núñez, quien con su uniforme de la selección de baloncesto ayudaba a sus padres a empacar los ajuares de el hogar. Pretendían mudarse de casa. Sin imaginar que ese día una bala perdida le cambiaría su vida para siempre, obligándola a depender de una silla de rueda para ir de un lugar a otro.
Hace 26 años Ana llegó al área fisiatría de La Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), donde hoy es una de las empleadas más destacadas en el área de servicio al usuario. Con esfuerzo, dedicación y entrega, Núñez ha logrado tomar una posición en el corazón de sus compañeros y pacientes que cada día recibe y ayuda con una sonrisa.
«Adaptarme a esta condición, que fue una discapacidad adquirida, para mí fue una gran tarea. Nunca me imagine que de un día para otro todo cambiaría», recuerda Núñez quien agrádese a Dios por la existencia de Rehabilitación.
Hoy, con sus 43 años, Núñez recuerda que cuando vio la silla de rueda por primera vez le costó mucho sentarse en ella, pero lo logró, y no permitió que la circunstancias que le tocó vivir a partir de aquella mañana le imposibilitara su desarrollo intelectual.
«Yo no me detuve y comencé la universidad, la cual tuve que parar por razones económicas, pero realicé muchos cursos técnicos como: Gestión Administrativa Contable, Inglés, Secretariado Ejecutivo Bilingüe, Evolución de Proyectos de Inversión», dijo.
La Asociación Dominicana de Rehabilitación es satisfacción, lucha y entrega en la vida de Ana y los pacientes que reciben atenciones en los 29 centros que posee esta entidad en las diferentes provincias del país, como Santo Domingo, San Cristóbal, Santiago, San Pedro de Macorís, Guerra, Azua, San Francisco de Macorís y Puerto Plata.
El amor y la dedicación son los dos frases que definen a la Asociación Dominicana de Rehabilitación.
«Yo entré emocionalmente sin fuerzas y salí sosteniendo una esperanza que aún me mantiene con vida», dice Núñez.
La Asociación Dominicana de Rehabilitación trabaja con la inclusión laboral de las personas con una condición física, ya que cuenta con un departamento de Colocación Laboral, donde se busca una oportunidad para las persona con discapacidad motora en empresas del país.
Las estadísticas destacan que ha sido posible la formación e inclusión laboral de 15,684 personas con discapacidad, que significan un 2% de la población de nuevo ingreso atendida.
Específicamente durante el 2015 ingresaron 233 nuevos candidatos con demandas formativas y laborales, coordinándose la inclusión formativa de un 95% en oficios técnicos y vocacionales, así como en entrenamientos de corta duración.
Se resalta el significativo aumento de un 76% en la inclusión productiva y laboral de 99 candidatos, de los cuales 29 se insertaron en puestos de trabajos en igualdad de oportunidades, mientras a 70 candidatos se les facilitó apoyo para emprender negocios por cuenta propia a través del esfuerzo en conjunto con 16 centros de la ADR.
«Yo llego con mi silla de rueda donde me propongo. El límite no está en el físico es en la cabeza», Ana Núñez.