La sexualidad y la adolescencia temprana (1)

Los padres deben prepararse para saber qué deben esperar en esta etapa de la vida de los hijos. En la pre-adolescencia, alrededor de los 10 años, empiezan ciertos cambios físicos y psicológicos que van a repercutir en toda la familia.

Ya ese niño de diez años que era muy cooperador, afectivo y expresivo con los padres, comienza a desarrollar un código moral estricto con gran sentido de la justicia y de la amistad. Los varones desarrollan sus amistades dentro de los grupos y las hembras comienzan a tener amigas íntimas.

Alrededor de los 11 años, ya al inicio de la primera etapa de la adolescencia, también llamada adolescencia temprana, comienza el ascenso de las hormonas sexuales y con ello los cambios del cuerpo y humor. Controla poco sus emociones y sus estados de ánimo y podría incluso comenzar a criticar a los padres, pues ya caen del pedestal en el que los niños generalmente los colocan, porque ya está en búsqueda de su individualidad, de su propia identidad y se está clarificando en sus sentimientos y pensamientos.

En términos generales, entre los 12 y 14 años, el sistema óseo se estira exageradamente, se forman definitivamente los órganos reproductores, aparecen los caracteres sexuales secundarios (crecimiento del vello, cambios de voz, adiposidad) y con ello un desarrollo progresivo en la maduración psíquica y mental que se traduce en parte en pudor ante los padres y adultos, curiosidad morbosa en temas sexuales y preocupación por el aspecto físico.

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