SANTO DOMINGO.-Desde que octubre se asoma comenzamos a hablar de cáncer de mama con más regularidad y más fuerza, pues desde hace un tiempo es considerado como el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, no solo en República Dominicana sino en el mundo entero.
¿Por qué? Como forma de contribuir al aumento de la atención y el apoyo prestado a la sensibilización, la detección a tiempo, el tratamiento y los cuidados paliativos.
Y no es para menos, pues las cifras son alarmantes: De acuerdo con el informe “Cáncer de mama en las Américas”, realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y la segunda causa de muerte por cáncer entre mujeres de las Américas.
Según estos organizamos, cada año se producen en la región más de 462 mil casos nuevos y se registran casi 100 mil muertes por esta enfermedad.
La doctora Rosa Batista, oncóloga clínica del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades, explica que el cáncer de mama es una enfermedad en donde las células anormales de la mama se multiplican sin control.
Asegura que la mejor arma ante este mal es la detección temprana, recomendando que “una mujer debe realizar el autoexamen de mama una vez por mes, después del período menstrual. Después de los 40 años de edad debe realizarse una mamografía anual”.
Señales
Sobre las señales de alerta, Batista pide a las mujeres prestar atención a los siguientes síntomas:
• Secreción anormal por el pezón de color oscuro, rojo o verde.
• Presencia de uno o varios bultos.
• La alteración en el tamaño, forma o aspecto de un seno.
• Cambio de aspecto del pezón y alrededores, con aspecto a la piel de una naranja.
Recordó también algunos factores que aumentan el riesgo de padecer esta mortal enfermedad:
• Inicio de la menstruación a edad temprana (antes de los 12 años).
• Primer embarazo después de los 35 años, o no haber tenido hijos.
• Los antecedentes familiares de cáncer de mama.
• La obesidad.
• El consumo de alcohol y tabaco.
• El historial de exposición a radiación.
•Sedentarismo y la terapia hormonal posterior a la menopausia.
