La salud mostró el refajo

En el lenguaje popular, enseñar o mostrar el refajo significa que se revela o se deja ver la verdad escondida detrás de alguna circunstancia.

En el caso que nos concierne, la trágica muerte de once niños en un fin de semana en el hospital Robert Reid Cabral no es más que la noticia indignante de un hecho que viene transcurriendo día tras día: las repetidas muertes de infantes y adultos, a causa de las serias deficiencias en el sistema sanitario dominicano.

Somos capaces de atender a miles y miles de extranjeros que cruzan la frontera en procura de mejores servicios de salud, aun siendo incapaces de garantizarles a los nuestros servicios eficientes, oportunos y de calidad. Y que no se alegue que el problema es solo la falta de recursos económicos.

El diagnóstico de la problemática que resulta en estas deficiencias y tragedias humanas recorre muchos ámbitos, comenzando con una clase médica dividida por intereses políticos, por castas profesionales o simplemente porque muchos adolecen de la falta de vocación o la preparación necesaria como para afrontar las delicadas responsabilidades que se les confieren.

La corrupción endémica de la sociedad, que también recorre los pasillos de hospitales y clínicas, es otra consideración, ya que aun recibiendo recursos, uno se pregunta si medicinas e insumos son proporcionados a los costos más razonables posibles, o si la regalía de comisiones es más poderosa que la salud de un pueblo.

Tan corrupto es el que toma una comisión como el que engaña no cumpliendo horarios o falseando reportes de atenciones dispensadas.

El país ve con lágrimas como algunos se empeñan en buscar culpables, cuando esto es asunto de un sistema completo. Afortunadamente el presidente Medina capta el sentir de la nación y rápidamente emprende un camino de reformas de un sistema que ha mostrado su refajo, reformas que todos debemos apoyar.