Los Medina Sánchez son oriundos de Arroyo Cano, municipio de Bohechío, comunidad rural de la provincia San Juan al sur del país, nacidos del matrimonio entre Juan Pablo Medina y Amelia Sánchez, dicen en el lejano San Juan que Danilo Medina Sánchez apodado el ‘’Nano’’ fue un niño tranquilo y sosegado, hasta que marchó desde muy temprano a la capital a estudiar porque “quería ser alguien en la vida”.
Pero ¿qué ha sido del ‘’Nano’’, el primero de los ochos hermanos Medina Sánchez? Su paso por la conducción de Estado estuvo marcado por el llamado nepotismo, tanto así que sus propias hijas, hermanos, compadres, cuñados y suegro acariciaron las mieles del poder nombrados en diferentes estamentos estatales.
Y vale la pena decirlo, la familia del presidente Medina, formó en el tren gubernamental una corporación millonaria en conjunto con una gran cantidad de dirigentes del PLD que hoy están siendo sometidos a la acción de la justicia por los desmanes en la administración pública.
El Partido de la Liberación Dominicana no solo tiene que hacer un mea culpa y admitir que se equivocaron y ofendieron la decencia pública.
La familia Medina Sánchez y Montilla operaron como un sistema, donde tenían en las áreas estratégicas del gobierno figuras que respondían a su interés, no hubo un solo ápice de diferencia entre las relaciones de propiedad privada y lo público, entrando en contradicción donde inicia el Estado y donde inicia una familia.
Todo lo que ocurrió, tenía piezas en el ‘’entramado’’ familiar que acumulaba cifras demenciales que uno no puede acercarse con la razón. La ‘’finca de la sagrada familia’’ debe terminar con un proceso judicial que no obedezca a acuerdos sino al debido proceso.