Un proverbio chino reza que “el sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en el”.
La sabiduría es como una gran luz orientadora que entra a las mentes y a los corazones de las personas para conducirlas hacia lo hermosamente bueno, entendiendo cada realidad.
El sabio es consciente de que lo que sabe representa como una gota de agua, y que lo que ignora constituye un océano.