El pasado 25 al 28 agosto, las cooperativas asociadas a la AIRAC (Asociación de Instituciones Rurales de Ahorro y Crédito) se reunieron en un congreso en Bávaro, que tuvo como marco la responsabilidad social de las cooperativas, que denominaron Balance Social como primera línea de resultado, lo que me pareció genial desde el punto de vista de los principios básico del cooperativismo como economía colaborativa e instituciones inclusivas.
El cooperativismo crece, en volumen y operaciones. Cada vez son más los dominicanos que de una u otra forma, tienen relación con una cooperativa, y el empeño de la asociación es que se asuma la esencia del cooperativismo para que las mismas no se desvíen en su responsabilidad social básica como lo establecen los principios: gestión democrática de todos los miembros, participación económica, independencia, capacitación, formación, cooperación interinstitucional y responsabilidad ante la comunidad.
Si nos vamos al origen de la palabra cooperar, es la esencia del cooperativismo. Una operación coordinada de grupo para ayudarse y ayudar de la mejor manera y es lo que los lideres del movimiento cooperativo, pretendieron en este hermoso evento donde tuvimos varios expositores nacionales e internacionales que nos ilustraron en varias exposiciones sobre el Balance Social de las cooperativas, para que el sea la primera línea de los resultados positivo de sus acciones.
En un informe reciente que hizo el FMI, al Banco Central, puso de relieve la supervisión de las cooperativas, sobre todo de las de ahorro y crédito, por su importancia en la economía y su participación en el PIB del país. Y entiendo que es una preocupación legítima, para salvaguardar la salud de las instituciones, y que las mismas no se estén usando para otros menesteres.
Pero debemos proteger el cooperativismo, ya que es un espacio democrático que sirve como instrumento al combate de la pobreza. Un espacio donde el trabajo es colectivo, la responsabilidad, pero también, la distribución de la riqueza que producen sus operaciones. Cosa que no sucede en las demás instituciones financiera del sector.
El movimiento cooperativo, debe estar atento, y si es posible, enfrentar aquellos que usan el cooperativismo para beneficios particulares, sin cumplir fielmente con los principios que deben regir las acciones de los socios de una cooperativa. Son muy poderosos, aquellos que tienen interés en que el potencial de las cooperativas se deteriore, porque de perderse la confianza y las garantías, los recursos estarían manejados por otros intereses.