Santo Domingo.-La rosácea, una enfermedad crónica que afecta la piel y a veces los ojos, es común, pero poco diagnosticada, aunque afecta aproximadamente al 10 por ciento de los individuos.
De acuerdo a la doctora Betssy Hazoury, de Dermasugery Skyn Center, este problema afecta con mayor frecuencia a personas de piel blanca.
Hazoury indica: “La causa exacta de la rosácea no está todavía clara, pero dentro de las teorías más aceptadas está la que incluye la infestación del folículo piloso por el parásito Demodex Folliculorum, respuesta anormal de los vasos sanguíneos del área e inflamación persistente”.
También se ha relacionado a pacientes con infección por Helicobacter pylori, bacteria gramnegativa que coloniza la mucosa gástrica, que podría actuar en la rosácea mediante diferentes mecanismos.
De acuerdo a Betssy Hazoury, es más común en mujeres, sobre todo en la menopausia y en personas de piel blanca, siendo muy extraño verla en niños, ya que se desarrolla entre los 30 y 60 años.
“El principal síntoma es el enrojecimiento frecuente de la cara, regularmente la frente, la nariz, las mejillas, y la barbilla, y dependiendo de su estado se puede tener ardor y una leve hinchazón”, agrega la doctora de Dermasurgery.
Otro síntoma común es la aparición de líneas rojas delgadas debajo de la piel que puede estar algo hinchada, tibia y enrojecida.
También pueden aparecer granos que tienden a ser dolorosos, explica Hazoury, se pueden hinchar los ojos y los párpados, incluyendo la nariz que en el caso de los hombres son rosácea crónica y pueden desarrollar lesiones que hacen que se vea mucho más grande.
“Todavía se desconoce la causa de la enfermedad, existen algunas teorías, pero no su causa real.
La rosácea no se cura, pero se trata y mejora bastante, las personas que la tienen deben evitar el calor, incluyendo los baños de agua caliente, el ejercicio intenso, la luz solar, viento, temperaturas muy frías, comidas y bebidas calientes o picantes, alcohol, cigarrillo, estrés y uso de esteroides por mucho tiempo”.
Tratamiento
El tratamiento para la rosácea incluye la aplicación de antibióticos sobre la piel, geles tópicos y cremas. En el caso de las líneas rojas se pueden tratar con electrocirugía y con cirugía de láser.
Hazoury indica que, para algunas personas, la cirugía láser mejora la piel sin causar cicatrices o daño.
Los pacientes con Rinofima, que es la complicación que presenta con el tiempo la nariz que desarrolla grandes tumoraciones, se les puede remover parte del tejido extra de la piel para hacerla más pequeña.