Los procesos académicos son más complejos de lo que podríamos pensar. Los centros de formación enfrentan grandes desafíos a la hora de gestionar con éxito las actividades que soportan el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Es por eso que no podemos tener una educación de calidad sin asumir el compromiso firme con una administración educativa eficiente, automatizada y moderna.
Uno de los grandes pendientes de la educación dominicana es profesionalizarla, despolitizarla y digitalizarla.
Para asumir este importante reto tenemos como una gran ayuda a la tecnología.
La automatización integral, transformadora y segura de los procesos de gestión académica y administrativa nos puede asegurar un mecanismo de mayor transparencia y eficiencia a la hora de impartir docencia y gestionar todos los procesos que permitan que dicha enseñanza se ejecute. Imaginemos un sistema educativo dominicano completamente transformador desde un enfoque digital.
Debemos continuar con el proceso de automatización administrativa de los entes reguladores de los subsistemas educativos.
Para todos los actores del sistema educativo debe ser una alta prioridad el poder contar con un sistema nacional de gestión educativa que permita tener un registro actualizado en tiempo real y disponible 24/7 para los fines de reportes, informes y rendición de cuentas.
Un sistema informático como este podría ser la plataforma que asegure la estandarización y control de todos los procesos académicos, desde el pase de lista hasta la planificación académica de todo el sistema educativo dominicano.
Imaginen el poder de análisis que tendrían los tomadores de decisiones si pudieran contar con dicho soporte tecnológico.
Todo el curriculum educativo dominicano debe estar disponible en plataformas de aprendizaje en línea, garantizando así la igualdad en el acceso de contenidos educativos de calidad y su correspondiente evaluación de los aprendizajes.
Es fundamental acompañar a los sistemas digitales de enseñanza con otros programas informáticos educativos y demás herramientas de enseñanza sincrónica y asincrónica.
Seamos optimistas con el futuro educativo nacional. Sumemos esfuerzos con los que trabajan día a día por una educación de calidad. La revolución digital en la educación debe ser, poco a poco, una realidad en nuestro país. ¡Juntos podemos!