Los tiempos actuales obligan a una reflexión profunda sobre el futuro de la educación. Los grandes avances experimentados en las tecnologías educativas nos permiten visualizar un disruptivo donde los procesos de automatización extrema también transformarán la forma en que aprendemos o enseñamos.
Ciertamente, estamos en una época de cambios acelerados que debemos aprovechar como una oportunidad para definir con inteligencia la educación que todos queremos.
La educación del futuro estará definida y determinada por las tecnologías digitales. Se puede verificar y comprobar como una importante cantidad de instituciones educativas, en todo el mundo, modifican su modelo pedagógico para adaptarlo a las plataformas de aprendizaje en línea que dominan el mercado.
De forma masiva, cientos de miles de profesores alrededor del mundo están recibiendo capacitaciones en el diseño, implementación y puesta en marcha de cursos en línea. Además, son acompañados por expertos en diseño instruccional que les guían en la intensa y maravillosa tarea de crear contenidos educativos de calidad.
En definitiva, estamos en los comienzos de una gran y profunda revolución educativa, en su dimensión digital, que conducirá a un modelo híbrido de aprendizaje.
Los alumnos, centro de todo proceso formativo, son en su mayoría personas que hacen un uso frecuente de los dispositivos tecnológicos y en su mayoría son nativos digitales. Las personas que hacen estudios de posgrado y de especialización, aunque no nacieron en la era del internet, han aprendido como manejar con destreza los medios de comunicación digital.
La pandemia ayudó a todos a entrar, de manera forzada, en una nueva etapa de digitalización y automatización.
La realidad es que la educación centrada en ese perfil de estudiante tiene que adaptarse y mejorar su calidad mediante una virtualización de gran parte del proceso educativo y la aplicación de modelos pedagógicos innovadores que combinen presencia con virtualidad, sincronía con actividades asincrónicas.
Una nueva etapa de educación híbrida ha llegado para quedarse. Vivamos la revolución de una educación digital.