Recientemente, el presidente Abinader estuvo en Dajabón, donde dijo algo en particular que quiero compartirles. Les citaré textualmente un fragmento de la noticia publicada en el portal de la Presidencia:
«El mandatario aseguró que la verdadera revolución de la agricultura dominicana es la tecnificación del riego, porque contribuye al ahorro significativo del agua y aumenta la eficiencia en su uso».
La primera vez que escuché al Presidente decir eso fue en su despacho, y estábamos solo él y yo. Me dijo, además, que quería que uno de los legados de su gobierno fuera la eficiencia en el uso del agua en la agricultura.
Hoy es parte de su discurso público, pues ya existe la entidad que materializará esa idea.
Esperó muchos meses desde aquel día, pues es un hombre prudente, que sabe que este pueblo no merece que le vendan sueños. Habla de eso públicamente porque no es una simple «promesa»; ya es un hecho en potencia. De eso puedo dar fe y testimonio.
Desde la Dirección de Tecnificación Nacional de Riego, a través de capacitación, financiamiento y apoyo a la comercialización se promoverá el uso de riego de alta eficiencia, que ahorra hasta un 85 % del agua, pero también ahorra insumos; permitiendo reducir costos de producción a la vez que se aumenta la productividad y los estándares de calidad.
Se reduce el impacto ambiental de la agricultura y se dignifica la vida del campo.
No es algo que se logre en un día, ni en un año, pero con la bendición de Dios, sentaremos las bases de una verdadera revolución en la agricultura dominicana.