Las vistas públicas convocadas en la Cámara de Diputados para conocer sobre la reforma fiscal acapararon una gran atención de la ciudadanía.
SANTO DOMINGO.-La movilización social de mayor impacto durante el año 2024 (fuera de los procesos electorales), fueron unas vistas públicas convocadas por la Cámara de Diputados para conocer el pensar de la gente sobre la reforma fiscal que propuso el Poder Ejecutivo.
Hubo de todo y ante la presión, el presidente Luis Abinader pidió retirar el proyecto. El problema es que la planificación de la reforma, o del proyecto de “modernización fiscal”, como lo llamó el oficialismo, se basó en necesidades reales. Su retiro, lejos de resolver el problema, podría agravarlo, a juicio de economistas.
República Dominicana enfrenta una necesidad inminente de implementar una reforma fiscal debido a los altos niveles de gasto público y la incapacidad de control financiero del Gobierno, según analizaron los economistas Mercedes Carrasco, Miguel Collado y Richard Medina en recientes declaraciones.
Los expertos coincidieron en que la situación actual es insostenible y que las medidas adoptadas hasta ahora no son suficientes para garantizar una estabilidad económica a largo plazo.
Necesidad de reforma
Según Richard Medina, académico del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), la reforma fiscal es inevitable, aunque la propuesta reciente fue diseñada de manera inadecuada.
Medina criticó que se enfocara en aumentar impuestos al consumo, como el impuesto sobre transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS), en lugar de considerar tasas diferenciadas o una estructura más justa.
También cuestionó la falta de un análisis macroeconómico consistente, lo que hizo inviable su implementación.
“El Gobierno optará por endeudarse mientras pueda, pero esta estrategia tiene un límite. Con el gasto en pensiones, subsidios y el déficit eléctrico aumentando, los intereses de la deuda ya representan un 3.5 % del PIB, casi igual al gasto en educación”, enfatizó Medina.
Este gasto no productivo, agregó, coloca al país entre los diez países que más destinan a intereses en proporción a sus ingresos fiscales.
Mercedes Carrasco coincidió en que el Gobierno necesitará eventualmente una reforma fiscal, ya que “no controlará el gasto corriente, ajustándose siempre por el lado del gasto de capital”.
Además, criticó la falta de creatividad en las soluciones tributarias del Gobierno, que hasta ahora se han limitado a medidas como amnistías fiscales y acuerdos puntuales, pero no abordan el problema estructural del déficit.
Tanto Carrasco como Medina hicieron un llamado a aprender de los errores cometidos con la reforma tributaria fallida.
Carrasco calificó la propuesta como “regresiva, agresiva y abusiva”, argumentando que descansaba en una carga excesiva sobre los consumidores. Asimismo, criticó la falta de inclusión de sectores clave en el diseño de la reforma y la pérdida de cuatro años en un proceso que nunca debió llegar al Congreso en esos términos.
Medina propuso un enfoque más gradual para aumentar la presión tributaria, acompañado de un acuerdo nacional que contemple metas claras y consenso entre los actores económicos.
“La alternativa es seguir endeudándose, pero eso no es sostenible a largo plazo”, advirtió.
Contexto actual
Collado destacó que, pese a la ausencia de reformas profundas, la economía dominicana ha mostrado ciertos avances en otros aspectos.
Mencionó el crecimiento económico proyectado del 5 % para este año, un aumento en las exportaciones impulsado por condiciones internacionales y una inflación general que, aunque sigue afectando a los ciudadanos, ha disminuido.
“La estabilidad política y el respeto a la economía de mercado son fortalezas que la República Dominicana debe capitalizar para atraer inversión extranjera”, afirmó.
No obstante, también reconoció que el déficit proyectado para 2025 será similar al de 2024, lo que subraya la urgencia de medidas fiscales más contundentes.
Responsabilidad fiscal
En relación con a la Ley de responsabilidad fiscal, Mercedes Carrasco destacó que representa un avance positivo al establecer un límite al crecimiento del gasto primario, definido como el gasto total menos los intereses de la deuda.
La economista indicó que, según la normativa, este tipo de gasto no podrá superar la suma del crecimiento económico y tres puntos porcentuales de inflación.
Esto, aseguró, envía una señal de manejo prudente de las finanzas públicas a los mercados internacionales.
Sin embargo, Carrasco también criticó la ausencia de un compromiso con la inversión de capital, que se encuentra en el nivel más bajo desde los años setenta, representando sólo el 2.1 del PIB.
Las declaraciones de Carrasco y sus colegas fueron emitidas en el programa radial Esto No Tiene Nombre.
Más del tema
—1— Crítica
La baja inversión amenaza el crecimiento económico y dificulta el aumento de las recaudaciones futuras.
—2— Situación
FHa quedado en un limbo la propuesta de reforma fiscal tras retiro formal del proyecto.
—3— Llamado
Organizaciones han pedido una salida para lidiar con crisis.
