El próximo 6 de octubre van a ocurrir, en un mismo día, dos eventos nuevos en la democracia dominicana que servirán para su fortalecimiento o su debilitamiento, según como acontezcan.
Por primera vez los partidos realizarán primarias simultáneas organizadas por la Junta Central Electoral (JCE). También por primera vez se usará a gran escala el voto automatizado.
Ambas representan avance y modernización del sistema electoral dominicano, pero a la vez nos llenan de dudas e incertidumbre… Común en las cosas nuevas.
Más importante que los ganadores de las candidaturas en los partidos, lo que importa es que triunfe la democracia. Así, independientemente del resultado, habrá un gran ganador: el pueblo dominicano.
La democracia no solo es para algunos acceder al poder, es sobre todo un mecanismo para que la población elija sus gobernantes. Tan importante como el resultado, es el procedimiento. Que se respeten las reglas y que no queden dudas.
Con tan poco tiempo para las elecciones municipales de febrero y las generales de mayo de 2020, no hay chance para estar inventando.
Quizás sería más cómodo apostar al fracaso de estas primarias, y al colapso de la JCE. Pero prefiero poner mis fichas del lado del fortalecimiento institucional, y que este ejercicio democrático sirva para devolver la credibilidad de la población en sus instituciones democráticas.
Yo mismo no confío, pero deseo confiar. Así como Tomás, que para creer en la resurrección, tuvo que ver las marcas de los clavos en las manos de Cristo (Juan 20:26-28), yo estoy deseoso de ver y creer.
Este domingo 6 de octubre lo que está en juego no son las candidaturas de los partidos mayoritarios. Está en juego la democracia. Espero que los órganos electorales, los partidos políticos y el pueblo estén conscientes de eso.