La prioridad será la pobreza

La prioridad será la pobreza

La prioridad será la pobreza

Frederich E. Bergés

Esta pandemia del Covid-19 nos está dejando muchas secuelas, tanto en los ámbitos sanitarios, sociales como económicos.

En nuestro país, inmerso en los afanes de lucha contra la propagación de esta epidemia, cierto es que también ya hay secuelas visibles. Una de las peores de todas ha sido el aumento de la pobreza y el retroceso de muchos de los avances que se habían logrado sobre al respecto en el pasado reciente.

Hasta ahora el instrumento principal utilizado para combatir la pobreza ha sido la beneficencia pública más que la creación de oportunidades de empleos no gubernamentales.

Sin menospreciar los diferentes programas que el gobierno lleva a cabo, visto el drenaje de las arcas gubernamentales causadas por este virus inesperado, al próximo gobierno le tocará enfrentar la prioridad de reducción de la pobreza con enfoques diferentes, menos paternalistas y más perdurables en el tiempo.

Para ello vale recordar los estudios de los recién galardonados Nobel en Economía, Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer.

Estos tres profesionales e investigadores de las prestigiosas universidades MIT y Harvard, han producido varios ensayos, artículos y libros sobre el tema de la pobreza y las diferentes vías para aliviar y poder superar la misma.

En sus trabajos evidencian como pobres gastan más en entretenimiento que en nutrición, y como hay una falta de conciencia acerca de la mala educación que reciben sus hijos.

En otra investigación, cuestionan la efectividad de los microcréditos que aducen no consiguen aumentar la inversión, el consumo ni la salud, calidad de la educación o empoderamiento del género femenino.

Su conclusión es que el verdadero alivio de la pobreza comienza con las condiciones de salud, la calidad de la educación y el cumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU).

En nuestro país hemos preferido, para solo citar algunos ejemplos, ignorar los centros de atención primaria, descuidar la pensión solidaria, construir más inmuebles que mejorar la calidad de los profesores y el ámbito escolar.

Vista la prioridad de erradicar la pobreza como la peor amenaza a nuestro tejido social, llegó la hora de comenzar hacer las cosas diferentes con una mejor alineación de los objetivos, estrategias y acciones.



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