Madrid.– Tanto “la primera miembro” como “el primer miembro”, y no “la primer miembro”, son expresiones válidas para aludir a la mujer que, en su condición de parte de un grupo, realiza o participa por primera vez en una determinada acción.
La Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA, señala que, de ambas expresiones válidas, “el primer miembro» es la más adecuada para referirse a la primera persona de un grupo que, con independencia del género, realiza una acción.
Así en ejemplos como “La infanta Cristina será la primera miembro de la familia real en declarar como acusada en un juicio”, habría sido más preciso escribir “La infanta Cristina será el primer miembro de la familia real en declarar como acusada en un juicio”, pues de esta manera no cabe interpretar que es la primera mujer, sino la primera persona, hombres incluidos, de la familia en hacerlo.
El “Diccionario de la lengua española” recoge el sustantivo “miembro” como común en cuanto al género, y, aunque la variante “miembra” no estaría mal formada conforme al sistema morfológico español, se trata de una forma no recomendada por la Academia.
Respecto a la concordancia de los adjetivos, si “miembro” se interpreta como sustantivo común en cuanto al género (“el/la miembro»), lo adecuado es que los adjetivos que lo acompañen concuerden- “la primera miembro” (y “la miembro más antigua»), y no “la primer miembro” (ni “la miembro más antiguo»).
Teniendo en cuenta todo lo anterior, sería impropio escribir “Cristina es la primer miembro de la familia real”, en lugar de “Cristina es el primer miembro de la familia real».
En cambio, en “Nadine Coyle, el primer miembro de Girls Aloud en tener cita con la comadrona”, donde no hay ambigüedad posible, ya que el grupo del que el sujeto es miembro está exclusivamente formado por mujeres, lo más indicado habría sido optar por “la primera miembro».
La Fundéu BBVA (www.fundeu.es), que trabaja asesorada por la Real Academia Española y cuyo principal objetivo es el buen uso del español en los medios de comunicación, cuenta con la colaboración, además, del Instituto Cervantes, la Fundación San Millán, Accenture, Gómez-Acebo & Pombo, CELER Soluciones, Hermes Traducciones, Linguaserve y Abengoa.