La pregunta de la campaña

La pregunta de la campaña

La pregunta de la campaña

Frederich E. Bergés

Quiérase o no, el país se encuentra inmerso en plena campaña electoral con miras a las elecciones del año que viene. Ya están las vallas, las caravanas, los mítines y los eslóganes flotando por doquier.

De momento el tema parece ser las relaciones con el vecino país de Haití y el ya famoso canal de desviación. Sin embargo, en lo económico hay otro tema que es el dilema principal.

Nos referimos a la reforma fiscal, mandato de la Ley 1-12 sobre la estrategia nacional de desarrollo 2030, y que desde su promulgación ningún gobierno ha querido enfrentar por lo antipático del tema y sus posibles consecuencias negativas. Sin embargo, el continuo déficit fiscal, o sea, la prolongada relación negativa entre los gastos gubernamentales y los ingresos, así como la obligación de recurrir al endeudamiento para cubrir dicho déficit, indican que este dilema debe enfrentarse cuanto antes.

En lo que va del año hasta el pasado mes de agosto se utilizaron más de RD$193 mil millones en el pago de intereses y comisiones de la deuda pública. Este valor representa casi el 25 % del gasto total del Gobierno en los primeros ocho meses del presente año.

De ahí la realidad empírica de que o se aumentan los ingresos, o se reduce el gasto, por cuanto el aumento del endeudamiento no puede ser perenne y poner en peligro la estabilidad macroeconómica vivida en los últimos 20 años.

Ninguno de los candidatos ha enfrentado esta realidad en sus pronunciamientos, prefiriendo mejor presagiar su popularidad, prometiendo villas y castillos. Sin embargo, enfrentar el tema con mesura y raciocinio sería el mejor accionar en una campaña que hasta ahora resulta vacía e inocua, ajena a las realidades económicas.

El diseño y compromiso de ejecución de una reforma fiscal que limite ciertas exenciones, o al menos readecuarlas a las realidades, necesidades y oportunidades del país, acompañado de una simplificación y reglas de control del gasto, sería lo mejor de la presente campaña. No dejemos que sigan los eslóganes y promesas sin enfrentar la pregunta crucial: ¿y de la reforma fiscal, qué?