Porque… “Mientras más te adentres en la verdad,
Más profunda será”
Es extraño, pero cierto,
Porque la verdad es extraña;
Más extraña que la ficción.
G. Gordon.-
Las drogas, las malditas drogas son y serán la perdición de la humanidad. Desechos sin valor cual bagazo de caña en medio de la carretera, pisoteado por todo el mundo sin que nadie se fije en él y mucho menos lo libere de la tortura de ser pisoteado he ignorado. En eso convierte la droga al ser humano.
Traquetero o simple consumidor; protector o aliado, todos terminan igual. Unos ganan billetes que llegado un momento hasta desconocen que los poseen. Y es que la droga envenena, cautiva en todas sus formas y crea adicciones que no hay cantidad ni calidad de nada, ya sea material o espiritual que logre saciar esa drogodependencia. Carcome el cerebro y por ende se lleva el buen pensar, arrastrando todo hacia una terrible avalancha de inmundicias, como son los más elementales principios de decoro, dignidad, moral, ética y ni hablar de la lealtad.
No es solo lo físico lo doloroso, el verse convertido en una piltrafa humana, sino el daño que causa a otros pendejos que creen que encontraran en la maldita droga las satisfacciones que solo lo natural, el sacrificio de obtener lo que desees por medios éticos y morales, son al fin los que te harán sentir satisfecho y feliz de lo mucho o poco que hayas logrado, así como de los medios que utilizaste para lograrlos.
Sin lugar ni dudas, las drogas son una peste para la humanidad. Son pocas las cosas infernales y enfermedades malditas con las cuales se puedan comparar. El daño causado quizás, solo quizás, pueda igualarse a los daños y adicción causada por esas drogas duras que llevan por nombre La Política y El Poder. No hay nada comparable con ese daño que producen esas lacras sangrientas, esas sanguijuelas, esas crápulas enganchadas a la digna profesión de la política. Su indigno proceder produce pobreza y hasta el robo de la dignidad de los pobres hasta de espíritu.
Y es que todo lo relacionado con indelicadezas o viles robos de políticos, aventajados en la degradación moral y que dirigen o conducen algunas instituciones del Estado por caminos que solo llevan al abismo de la institucionalidad, y todo, absolutamente todo ese accionar perverso se convierte en un arcano. Mientras esto sucede, los encargados de aplicar justicia y que además pertenecen al mismo clan, no se dan por enterados y es por eso, que todo continua por el mismo derrocadero moral e institucional.
Esto último, no está ni mal ni bien, todo depende del cristal con el cual se mire. Porque además, estos señores tienen que ser “solidarios” con sus compañeritos de correrías y campañas. Lo odioso es que estos mismos faltones se burlan de todo un pueblo, llegando al colmo de hasta pretender volver a postularse para un puesto electivo por encima de señalamientos y sometimientos por “indelicadezas” y burdos robos. Pero, eso no los afecta en nada, porque se sienten y están blindados por esta dictadura democrática, que los protege como perra a sus cachorros.
Pero esa adicción que produce la droga del poder nos hundirá a todos. Y no todo es malo dentro de este vergonzoso clientelismo político, porque ahora con la creación del Instituto de Dominicanos y “Dominicanas” en el Exterior (INDEX), con la bondad de buscarle ocupación a los compañeritos y “aliados”, por fin cerraran un paquete de Consulados, Embajadas y puestos Diplomáticos que quedaran obsoletos con esta nueva y genial “creación” ante la imposibilidad de sanear la nómina dejada por el Padre del Clientelismo Político-Diplomatico, ido a destiempo. ¡No j…s! Así es, ¡Si señor!