Mucha gente todavía continúa apostando a que la política debe estar totalmente divorciada de los eventos deportivos, pero la realidad es que después de muchos boicot a decenas de eventos internacionales, cada día ese inconveniente sigue persiguiendo al deporte.
Estos bloqueos y sabotajes para que atletas no puedan competir en diferentes eventos, lo aplican los países que mantienen dominio de las estructuras del deporte.
La historia se repite cada cierto tiempo, y se aplican estas represalias a los atletas de países que están en contraposición de otros bloques de naciones por cuestiones políticas.
El caso más reciente, lo estamos viendo con la obstrucción que se aplicarán a los atletas rusos y bielorrusos para las olimpiadas de París 2024, producto de la guerra rusa con Ucrania.
Aunque el Kremlin protesta alegando que ello supone la destrucción de la idea del olimpismo y la violación de los intereses de los deportistas olímpicos.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, afirma que esa medida de que sus atletas no participen en el desfile de inauguración, es absolutamente contrario a toda la ideología del movimiento.
Peskov expone una verdad irrefutable , pero este tipo de boicot se repetirá cada cierto tiempo, dependiendo de los intereses que estén en juego al momento de que se efectúen eventos deportivos de importancia.
Ojalá que se entienda de una vez por todas, que los atletas no tienen culpa de los enfrentamientos políticos., porque eso es una verdadera aberración para el deporte mundial.
Pude ser una idea ilusoria, pero que tarde o temprano tendrá que primar, sin importar cuáles sean los intereses que imperen en los bloques de poder.