Barcelona.- La Policía de la región de Cataluña (noreste español) abatió hoy de varios disparos a Younes Abouyaaqoub, considerado el autor material del atentando cometido en Barcelona el jueves pasado, cuando conducía la furgoneta que causó 13 muertos y más de cien heridos en un atropello masivo.
Las fuerzas de seguridad habían difundido hoy, en las redes sociales, cuatro fotografías de Abouyaaqoub, sobre quien pesaba una orden internacional de búsqueda y captura.
Era sospechoso también de la muerte del joven que fue encontrado el jueves apuñalado en el interior de un vehículo que se saltó un control policial en Barcelona poco después del atentado, según las autoridades catalanas.
De esta manera son cuatro los detenidos y ocho los supuestos terroristas muertos en relación con el atentado de Barcelona y el de Cambrils (provincia de Tarragona), donde seis personas resultaron heridas, de las que una murió.
Además, en Marruecos la policía ha detenido a una persona vinculada a miembros de la célula responsable de esos atentados, un grupo que según fuentes de la lucha antiterrorista carecía de formación militar, en armas y en explosivos.
El jefe de la Policía catalana Josep Lluis Trapero indicó a la prensa que, de momento, no hay indicios de que la célula terrorista responsable de los atentados cuente con más miembros, aunque no excluyó que la investigación “se pueda ampliar” en un futuro a otras personas.
Cinco de los terroristas murieron en Cambrils por disparos de la Policía y otros dos perecieron en la explosión ocurrida en una casa de Alcanar (provincia de Tarragona) el miércoles pasado.
Uno de ellos era el imán Abdelbaki Es Satty, considerado el cerebro de los atentados. Younes Abouyaaqoub fue sorprendido hoy por una patrulla policial cuando estaba agazapado entre unos viñedos situados entre las localidades barcelonesas de Subirats y Sant Sadurní d’Anoia, después de que varios mandos policiales y una mujer lo situaran en esa zona.
El sospechoso gritó “Alá es grande” al ser descubierto, al mismo tiempo que se abría la camisa y mostraba un cinturón con explosivos, que resultaron ser simulados, explicó Trapero. Al mostrar el cinturón, que parecía llevar cargas explosivas, los policías hicieron uso del arma de fuego “como está regulado”, explicó el responsable policial.
El terrorista, que llevaba varios cuchillos y puñales, no iba acompañado ni en el momento en que fue abatido ni cuando fue reconocido por los mandos policiales y la testigo.
Su identidad se comprobó al cotejar sus huellas dactilares con las recogidas en la furgoneta del atentado de Barcelona La Policía también confirmó hoy que Abdelbaki Es Satty, que era imán de Ripoll (provincia catalana de Gerona), falleció en la casa de Alcanar, donde los terroristas prepararon los atentados supuestamente y almacenaban numerosos explosivos.
Trapero aseguró que las pruebas de ADN practicadas a los restos mortales hallados en el lugar permitieron determinar que el imán es uno de los dos terroristas muertos.
En principio, la explosión causó dos muertos, “sin cerrar aún del todo alguna otra posibilidad”, matizó el jefe policial. Además, las investigaciones apuntan a que Es Satty, cuya furgoneta fue encontrada cerca de Alcanar, tuvo un papel clave a la hora de radicalizar a los miembros de la célula terrorista, todos ellos mucho más jóvenes que él.
Este clérigo estuvo encarcelado entre 2010 y 2014 en Castellón, provincia vecina a Tarragona con una condena por tráfico de drogas, según el responsable de Justicia del Gobierno catalán, Carles Mundó.
El presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, elogió la “estrecha colaboración” entre las fuerzas de seguridad catalanas y nacionales, a las que también felicitó el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy.
También hoy se completó la identificación de las víctimas de los atentados- seis de nacionalidad española (una también posee la nacionalidad argentina); tres, italiana; dos, portuguesa; una belga, una estadounidense, una canadiense y otra de doble nacionalidad australiana y británica. Mientras tanto, 50 heridos aún permanecen hospitalizados, nueve de ellos en estado crítico.