«Lo que sí diré es que si tuviera la discreción, ésta no sería mi sentencia», dijo un juez de distrito del estado de Colorado al condenar a un joven cubano a 110 años de prisión.
En 2019, cuatro personas perdieron la vida y varias más resultaron heridas cuando Rogel Lázaro Aguilera-Mederos, de 23 años de edad en ese momento, chocó el camión de carga de madera que conducía contra varios carros parados en la interestatal 70, al oeste de Denver.
Según los investigadores del departamento de policía de Lakewood, Aguilera-Mederos no estaba bajo los efectos de las drogas o del alcohol en el momento del accidente. Tampoco tenía antecedentes penales.
El joven alegí que le fallaron los frenos y no usó la rampa de emergencias que hubiera podido evitar la tragedia.
Como explicó el juez Bruce Jones a la hora de dictar la sentencia, el joven camionero había tomado «decisiones terribles e imprudentes» a pesar de «no tener la intención de hacer daño».
Pero como la legislación del estado exige que la pena para algunos de los cargos que enfrentaba Aguilera-Mederos, incluidos asalto e intento de asalto, sea de un mínimo de 10 años y, además establece que las penas se cumplan de manera consecutiva en vez de simultánea, el joven cubano deberá pasar el resto de su vida en prisión si la condena se mantiene.
El caso ha generado un intenso debate en EE.UU., con una solicitud en línea firmada por más de 1,6 millones de personas, que pide al gobernador de Colorado Jared Polis que le otorgue «clemencia» al joven cubano y le reduzca el tiempo que deberá permanecer en prisión.
El incidente
El 25 de abril de 2019, Rogel Aguilera-Mederos perdió el control del camión de carga que conducía por la interestatal 70, cerca de un centro comercial al oeste de Denver.
Según confirmaron los investigadores del caso, los frenos del camión empezaron a recalentarse en un descenso empinado y Aguilera-Mederos continuó su trayecto a pesar de ver que salía humo de los mismos.
Cuando los frenos del camión fallaron del todo, Aguilera-Mederos no utilizó la rampa de emergencia que hubiera podido detener el vehículo, y de paso evitar la tragedia, sino que estrelló el camión contra varios vehículos que se encontraban detenidos en la interestatal debido a un accidente anterior en el área.
El impacto fue tan severo que acabó con la vida de Miguel Ángel Lamas Arellano, de 24 años; William Baily, de 67; Doyle Harrison, de 61 y de Stanley Politano, de 69.
Además, generó un incendio tan grande que los medios locales reportaron que el asfalto de la interestatal se había derretido en el lugar.
Según la declaración juramentada de Aguilera-Mederos, el joven «pensó que iba a morir así que cerró sus ojos antes de chocar con el tráfico estacionado».
«Indiferencia extrema»
Los fiscales del caso argumentaron que Aguilera-Mederos había tenido varias oportunidades para evitar la tragedia y que habían sido sus malas decisiones las que habían causado el siniestro.
Es por esto que el jurado encontró al joven culpable en seis cargos de asalto de primer grado con «indiferencia extrema»; diez cargos de intento de cometer asalto de primer grado con «indiferencia extrema»; dos cargos de asalto vehícular; un cargo de conducción imprudente; y cuatro cargos de conducción imprudente causando muerte.
Hablando con el diario local The Denver Post, Duane Bailey, el hermano de una de las víctimas, dijo: «Tomó la decisión deliberada e intencional de que su vida era más importante que la de todos los demás que estaban en la carretera ese día».
Gage Evans, viuda de otra de las víctimas, le dijo a una estación local de televisión que Aguilera-Mederos merecía una sentencia de prisión y que estaba «aliviada» con el veredicto del jurado.
«No soy un criminal»
Durante el juicio, el joven conductor del camión lloró y pidió perdón a los familiares de las víctimas.
«No soy un criminal», dijo. «No soy un asesino. Cuando veo los cargos en mi contra, estamos hablando de un asesino y ese no soy yo. Nunca he pensado en hacerle daño a alguien en la vida».
Agregó que su vida después del incidente ha sido «difícil» y que continuamente piensa en las personas que murieron.
«Perdí mis frenos. Los camioneros saben que es un momento difícil, no puedes hacer nada. No puedes hacer nada,» dijo Aguilera-Mederos durante la sentencia.
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El diario The Denver Post le dedicó su editorial del 15 de Diciembre al caso del joven cubano, y le pidió al gobernador de Colorado Jared Polis que revisara la posibilidad de otorgar clemencia y reducir así su sentencia.
«Una herramienta que Aguilera-Mederos usó para su trabajo falló […] El sistema de justicia de EE.UU. siempre ha tenido dificultades en como tratar casos de homicidio por negligencia […] Si el objetivo es disuadir a otros y fomentar la rehabilitación, cuántos años en prisión serán suficientes?», se preguntaba la junta editorial del diario.
Además, agregaron que el gobernador y la junta de revisión deberían volver a mirar el caso para evitar sentencias «injustas» como la de Aguilera-Mederos en el futuro.
Otros, en cambio, creen que la culpa debería recaer en la compañía dueña del camión.
En una petición firmada en línea por más de 1,6 millones de personas a través de la página Change.org, Heather Gilbee, una residente de Colorado, dijo que la compañía había fallado varias inspecciones de seguridad, desde 2017.
«Nadie sino la compañía empleadora debería ser responsable de este accidente», dijo Gilbee.
Este caso ha causado un gran impacto entre la comunidad cubana de EE.UU., siendo numerosas las personalidades que han pedido clemencia para el joven camionero.